Filipinas
El expresidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, fue detenido este martes por la Policía Nacional en el Aeropuerto Internacional Ninoy Aquino de Manila, tras llegar de Hong Kong. La detención se produjo luego de que la Corte Penal Internacional (CPI) emitiera una orden de arresto por presuntos crímenes contra la humanidad relacionados con su polémica guerra contra las drogas.
Duterte, quien participaba en un evento electoral en Hong Kong el fin de semana, había sido informado previamente sobre la posibilidad de ser arrestado. Al respecto, comentó en ese momento: "Si este es mi destino, lo aceptaré". Esta no es la primera vez que el exmandatario desafía a la CPI, pues en noviembre pasado pidió que se aceleraran las investigaciones en su contra.
La acusación de la CPI se centra en las ejecuciones extrajudiciales que ocurrieron durante su mandato (2016-2022), una campaña que, según grupos de derechos humanos, resultó en la muerte de miles de filipinos. Mientras que la Policía Nacional reporta unas 6,000 muertes en operativos antidrogas, organizaciones no gubernamentales elevan la cifra a más de 30,000.
El exmandatario fue detenido tras su llegada al aeropuerto a las 9:20 a.m. hora local, donde fue informado por el Fiscal General de Filipinas sobre la orden de arresto de la CPI. Inmediatamente después, fue escoltado por las fuerzas de seguridad. El gobierno de Duterte había intentado evitar la investigación de la CPI, retirando a Filipinas del tribunal en 2019. Sin embargo, la corte reanudó las pesquisas en 2023, a pesar de las objeciones del gobierno filipino.
En una intervención ante el Senado en 2024, Duterte reconoció haber formado un escuadrón de la muerte en su etapa como alcalde de Davao, aunque negó haber ordenado ejecuciones extrajudiciales durante su presidencia. La CPI comenzó su investigación sobre los crímenes en 2021, tras las vinculaciones de autoridades y fuerzas de seguridad con las muertes.
A pesar de la controversia, Duterte ha mantenido una postura desafiante, y al finalizar su mandato en 2022, se retiró de la política, pero sigue siendo una figura influyente en la vida política de Filipinas. Su legado está marcado por una gestión autoritaria y su acercamiento a países como China y Rusia, a la vez que fue criticado por su violación de derechos humanos y su desprecio por las normas internacionales.
El presidente actual, Ferdinand Marcos Jr., quien asumió el cargo tras Duterte, ha decidido no reincorporar a Filipinas a la Corte Penal Internacional. No obstante, el gobierno de Marcos ha afirmado que cooperará con la CPI en caso de que se solicite la detención internacional de Duterte a través de Interpol.
Fuente: El Universal