Mark Carney ha sido elegido este domingo como el nuevo líder del Partido Liberal de Canadá, reemplazando a Justin Trudeau al frente del gobierno del país. El exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra obtuvo una victoria aplastante, con más del 85% de los votos en una votación interna realizada entre unos 400,000 miembros del partido, superando a su principal rival, la exviceprimera ministra Chrystia Freeland.
Carney, quien se destacó por su gestión durante la crisis financiera global de 2008 y por su liderazgo en el Banco de Inglaterra, logró una victoria histórica, dejando atrás a Freeland, quien obtuvo apenas un 8% de los votos, y a los otros tres contendientes: Karina Gould, con el 3.2%, y Frank Baylis, con el 3%. La victoria de Carney se produce después de la renuncia de Freeland en diciembre, la cual desató una crisis dentro del gobierno de Trudeau.
El nuevo líder del Partido Liberal asumirá el cargo de primer ministro de manera inmediata, sucediendo a Trudeau hasta que se celebren nuevas elecciones generales, que podrían convocarse en abril. En su primer discurso como líder electo, Carney no dudó en criticar las políticas comerciales de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, especialmente los aranceles impuestos a productos canadienses. "No podemos permitir que Trump debilite nuestra economía", afirmó Carney, anunciando que Canadá mantendrá los aranceles de represalia hasta que Estados Unidos respete al país.
Carney destacó en su discurso la importancia de defender la soberanía y la identidad de Canadá frente a la creciente influencia estadounidense, enfatizando que "hemos hecho de este el mejor país del mundo, y no permitiremos que nadie lo arrebate". Este mensaje resonó fuertemente en el contexto de las tensiones comerciales con Estados Unidos y los comentarios de Trump sobre la posible anexión de Canadá como el estado número 51.
La victoria de Carney también refleja un creciente nacionalismo canadiense, que ha fortalecido al Partido Liberal en las encuestas, a medida que la frustración con la política estadounidense aumenta entre los canadienses. En contraste, la popularidad de Trudeau había caído debido a los aumentos en los costos de vida, como los precios de los alimentos y la vivienda, además del manejo de la inmigración.
Trudeau, en su discurso de despedida, advirtió que Canadá se enfrenta a un "desafío existencial" por parte de Estados Unidos, destacando las políticas de Trump como una amenaza para la economía y la soberanía de Canadá. Carney, por su parte, se mostró optimista sobre el futuro del país y las perspectivas del Partido Liberal, anticipando que podría convocar elecciones en un futuro cercano para consolidar su liderazgo.
Aunque Carney carece de experiencia política directa, su sólida trayectoria económica y su respaldo dentro del gabinete y el Parlamento le otorgan una posición sólida al frente del país. Se espera que Carney sea un líder pragmático que busque garantizar la estabilidad económica y la protección de los intereses canadienses en el escenario internacional.
Fuente: Infobae
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