A tan solo cuatro días de las elecciones primarias e internas, el proceso electoral en Honduras enfrenta serias dudas debido a la falta de acreditación de observadores nacionales e internacionales y la ausencia de una empresa auditora para supervisar el proceso.
Por primera vez, estos comicios se llevarán a cabo bajo un estado de excepción, lo que añade un elemento de tensión a un proceso ya marcado por retrasos administrativos. La situación recuerda lo sucedido en 2021, cuando la entrega tardía de credenciales a observadores generó preocupación entre los actores democráticos. Aunque el Consejo Nacional Electoral (CNE) amplió el plazo para la acreditación de observadores hasta el 28 de enero, aún hay más de 30 nacionales y 10 internacionales, incluyendo la Organización de los Estados Americanos (OEA), que no han recibido su acreditación oficial.
Organizaciones de la sociedad civil han expresado su inquietud por el poco tiempo disponible para distribuir las acreditaciones a nivel nacional. Juan Carlos Aguilar, director de Transparencia y Democracia de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), enfatizó la importancia de que los observadores porten credenciales oficiales para evitar inconvenientes el día de la votación.
"Con la experiencia de 2021, esperamos que no se repita el retraso en la entrega de credenciales. Queremos que cada observador tenga su acreditación oficial para ingresar sin problemas a los centros de votación", señaló Aguilar.
Además de los problemas con la observación electoral, persiste la incertidumbre sobre la contratación de una empresa que audite el proceso electoral. A pesar de que la licitación fue lanzada el 5 de febrero, el CNE aún no ha adjudicado el contrato, lo que pone en duda la transparencia del proceso.
Marlon Ochoa, consejero del CNE, aseguró haber emitido su voto favorable para la adjudicación de la auditoría, pero indicó que el tema no ha sido agendado para su discusión en el pleno. Por su parte, la presidenta del CNE, Cossette López, explicó que solicitó dictámenes adicionales antes de emitir su voto sobre la contratación de la empresa auditora.
"Es fundamental garantizar que el proceso sea revisado desde el llamamiento a elecciones hasta la declaratoria definitiva. Hemos solicitado informes adicionales para tomar una decisión informada", afirmó López.
El exconsejero del CNE, Germán Lobo, advirtió que la falta de una auditoría genera desconfianza y deja dudas sobre la seguridad del sistema electoral. "Estamos a cinco días de las elecciones y aún no tenemos garantía de que los sistemas utilizados estarán protegidos contra ataques cibernéticos o intervenciones externas", alertó Lobo.
Por su parte, el analista político Luis León criticó la tardía ejecución de procesos clave para la transparencia electoral. "La auditoría no es solo un requisito técnico, sino una garantía para la confianza ciudadana. No deberíamos depender únicamente de los informes del CNE y de Smartmatic", concluyó.
A pocos días de las elecciones primarias en Honduras, la falta de certeza sobre la presencia de observadores y la supervisión del proceso generan preocupación en un país donde la confianza en las instituciones electorales sigue siendo un desafío.
Fuente: Tiempo
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