El Congreso de El Salvador, con una mayoría oficialista, aprobó el martes la 36ª prórroga del régimen de excepción, medida implementada desde 2022 como parte de la estrategia de mano dura del gobierno del presidente Nayib Bukele para combatir a las pandillas. A pesar de las críticas de organizaciones de derechos humanos, la medida sigue adelante.
El Gabinete de Seguridad del gobierno destacó la necesidad de mantener esta política, argumentando que las pandillas han cambiado sus tácticas para sobrevivir y se están desplazando a otras regiones del país. Según el gobierno, el estado de emergencia ha permitido la captura de más de 85,000 personas presuntamente vinculadas a estos grupos criminales.
Además, se ha denunciado que las pandillas continúan reclutando niños y adolescentes, sobre todo en escuelas y entre menores de edad que han cumplido sentencias por delitos, instándolos a unirse a sus filas para fortalecer sus estructuras.
La prórroga, que fue aprobada por 57 de los 60 diputados del Congreso controlado por el partido Nuevas Ideas, encabezado por Bukele, extenderá el régimen hasta el 5 de abril.
El régimen de excepción suspende derechos fundamentales, como el derecho a ser informado sobre las razones de una detención o a contar con asistencia legal. También permite la intervención de las telecomunicaciones sin autorización judicial y extiende el plazo de detención preventiva de 72 horas a 15 días sin una audiencia judicial.
Desde su implementación, tras el asesinato de 62 personas en un solo día a manos de las pandillas, las autoridades aseguran que han arrestado a más de 85,000 presuntos miembros o colaboradores de estos grupos. Bukele ha afirmado que alrededor de 8,000 personas inocentes han sido liberadas.
Sin embargo, las organizaciones de derechos humanos han documentado más de 6,000 quejas de víctimas del régimen y reportan la muerte de 373 personas bajo custodia de las autoridades.
El gobierno mantiene su postura de defensa de la medida, subrayando que ha logrado una reducción significativa en los homicidios. Bukele asegura que, gracias a estas políticas, El Salvador se ha convertido en el país más seguro de toda América Latina.
Fuente: Los Angeles Times
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