Ekrem Imamoglu: la detención del alcalde de Estambul que sacude a Turquía

 

Estambul

El arresto de Ekrem Imamoglu, alcalde de Estambul y principal figura de la oposición al presidente Recep Tayyip Erdogan, marca un nuevo punto de tensión en la política turca. Imamoglu, líder del Partido Republicano del Pueblo (CHP), fue detenido en la madrugada del 19 de marzo en su residencia, rodeada por agentes policiales. Su arresto, justificado por cargos de presunta corrupción y vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), ha generado una ola de protestas y reacciones políticas dentro y fuera del país.

El proceso judicial contra Imamoglu no es un hecho aislado. En los últimos meses, la Fiscalía había abierto diversas investigaciones contra él y otros miembros del CHP, incluidas figuras clave de la administración municipal de Estambul. La detención de otros dos alcaldes de distrito ya había dejado entrever que las autoridades se dirigían hacia una ofensiva mayor contra la oposición.

Los cargos que se le imputan incluyen liderar una organización criminal, soborno y manipulación de licitaciones. Además, las autoridades alegan que Imamoglu ha mantenido lazos con el PKK mediante la iniciativa 'Consenso Urbano', un acuerdo electoral entre el CHP y el partido prokurdo DEM (anteriormente HDP) para las elecciones municipales de 2024.

Para el analista turco Baris Tugrul, la detención de Imamoglu era previsible dentro del patrón de persecución política del gobierno de Erdogan. "Es la culminación de una serie de arrestos dirigidos a eliminar a su principal rival y asegurar su permanencia en el poder", señaló en declaraciones a France24.

Desde el CHP, la detención ha sido calificada como "un golpe de Estado disfrazado de acción judicial". La formación prokurda DEM también denunció lo ocurrido como "una maniobra autoritaria para silenciar la oposición". Por su parte, el partido nacionalista IYI anunció acciones legales contra Erdogan, acusándolo de violar la Constitución.

Las protestas no se han hecho esperar. En Estambul, manifestantes se reunieron en la Universidad de Bogazici y en la Plaza Taksim, desafiando el fuerte despliegue policial. La represión de estas protestas ha incrementado la preocupación sobre el estado de la democracia en Turquía.

Ekrem Imamoglu ha sido una piedra en el zapato para Erdogan desde su victoria en las elecciones municipales de Estambul en 2019, cuando arrebató al oficialismo el control de la ciudad después de más de dos décadas. Su triunfo fue tan inesperado que el gobierno forzó una repetición electoral, solo para que Imamoglu ganara con un margen aún mayor. En 2024, revalidó su cargo con un sólido respaldo popular, consolidándose como el opositor más fuerte a Erdogan de cara a las elecciones presidenciales de 2028.

Organizaciones como Human Rights Watch han calificado la detención de Imamoglu como "un claro abuso del sistema judicial". Alemania, donde reside una importante comunidad turca, ha condenado el hecho, recordando a Turquía su compromiso con los principios democráticos como miembro del Consejo de Europa y país candidato a la Unión Europea.

Mientras las protestas continúan y la oposición se reagrupa, la detención de Imamoglu representa un punto de inflexión en la política turca. Su futuro y el de la democracia en Turquía están ahora más en juego que nunca.

Fuente: France 24

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