Nicaragua
El Ministerio del Interior de Nicaragua ha procedido con la cancelación de otras 10 organizaciones sin fines de lucro (OSFL/ONG), de las cuales cinco se disolvieron por “voluntad propia”. Este movimiento se suma a la eliminación de más de 5,000 organizaciones desde 2018, en un contexto de creciente represión por parte del régimen de Daniel Ortega.
Las cancelaciones fueron formalizadas a través de acuerdos ministeriales publicados este miércoles 29 de enero en el diario oficial La Gaceta.
En el Acuerdo Ministerial 03-2025-OSFL, se suspendieron las siguientes organizaciones:
1. Fundación Chinandega 2001
2. Club Social de Jinotega
3. Asociación Cristiana Proeza en Dios
4. Asociación Comisión para el Desarrollo Rural
5. Ministerio Evangelístico Internacional Cristo la Cabeza
En el Acuerdo Ministerial 04-2025-OSFL, se disolvieron otras cinco organizaciones debido a la “disolución voluntaria de miembros”:
1. Twelve Churches, Inc.
2. Asociación para el Desarrollo Integral de los Nicaragüenses
3. Asociación de Promotores de la Cultura
4. Fundación Sí a la Niñez y a la Juventud
5. Bridges to Community, Inc.
Críticos del régimen consideran que la “disolución voluntaria” es una medida forzada adoptada por algunas ONG para evitar la disolución arbitraria impuesta por el gobierno, que también conlleva la confiscación de bienes y propiedades.
Hasta la fecha, más de 5,400 organizaciones han sido canceladas desde 2018, según cifras de la Asociación Centroamericana para el Desarrollo y la Democracia. Se estima que actualmente existen alrededor de 2,000 ONG en Nicaragua, frente a las más de 7,000 que existían antes de esta ola de cancelaciones.
La primera oleada de cancelaciones ocurrió en el contexto de la represión contra las protestas civiles en 2018. La mayoría de las organizaciones disueltas estaban dirigidas por opositores y críticos del gobierno de Ortega, y para muchos observadores, esta estrategia masiva de cancelaciones representa una forma adicional de represión y un intento de restringir la libertad de expresión.
Fuente: La Prensa