En su regreso al poder, Donald Trump ha encendido las alarmas en América Latina con sus propuestas de militarizar la frontera, aplicar aranceles y endurecer las deportaciones. Las reacciones de los líderes regionales oscilaron entre el rechazo firme y mensajes de diplomacia cautelosa.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, afirmó que la relación con Estados Unidos será de respeto mutuo. “México no tiene por qué agachar la cabeza; somos una potencia cultural”, declaró en una conferencia desde Acapulco. Además, tranquilizó a los migrantes mexicanos en EE. UU., asegurándoles que no están solos y que su aporte a la economía estadounidense es fundamental.
El secretario de Relaciones Exteriores de México, Juan Ramón de la Fuente, rechazó la posibilidad de reinstaurar el programa “Quédate en México”, que expone a los migrantes a riesgos de extorsión y violencia. “Estados Unidos puede tomar decisiones soberanas, pero México no tiene obligación legal de aceptarlas”, enfatizó.
Honduras también respondió con firmeza. La presidenta Xiomara Castro advirtió que podría reconsiderar el acuerdo militar con EE. UU. si se imponen deportaciones masivas. El vicecanciller Tony García aseguró que su país no aceptará vuelos de deportados sin un acuerdo previo, dejando claro que “no se puede imponer unilateralmente”.
En Panamá, el presidente José Raúl Mulino rechazó las declaraciones de Trump sobre el Canal de Panamá. “El canal es y seguirá siendo panameño”, declaró en redes sociales. No obstante, la Contraloría panameña anunció una auditoría a las operaciones portuarias del país, reflejando la creciente presión internacional.
En tanto, otros líderes como Nayib Bukele de El Salvador y Miguel Díaz-Canel de Cuba respondieron con estrategias más mesuradas. Bukele mantuvo su cercanía con el entorno de Trump, mientras que Díaz-Canel denunció las políticas que agravan la situación económica en la isla.
Las amenazas arancelarias de Trump también generaron inquietud en Canadá y México, quienes evalúan respuestas que podrían escalar las tensiones comerciales. Dominic LeBlanc, ministro de Finanzas canadiense, calificó los aranceles como “un error”, pero aseguró que su país está listo para responder.
Con deportaciones masivas, militarización de fronteras y sanciones comerciales sobre la mesa, América Latina enfrenta un desafío diplomático significativo. Los líderes de la región buscan equilibrar el diálogo y la firmeza ante un panorama que podría redefinir las relaciones con Estados Unidos.
Fuente: The New York Times