Colombia
El presidente colombiano, Gustavo Petro, ha designado este lunes a su mano derecha, Laura Sarabia Torres, como nueva ministra de Relaciones Exteriores. La hasta ahora directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre) asumirá un rol crucial para la diplomacia colombiana en un contexto internacional decisivo, según confirmaron fuentes de la Casa de Nariño a EL PAÍS. Su vacante en el Dapre será ocupada por el actual viceministro de Relaciones Exteriores, Jorge Rojas. Mientras tanto, el canciller saliente, Luis Gilberto Murillo, prepara su despedida, en medio de especulaciones sobre una posible candidatura presidencial en 2026.
Aunque oficialmente Sarabia lideraba el Dapre, su papel trascendía las funciones administrativas: era la confidente y filtro principal de Petro, la figura que gestionaba su agenda, sus contactos y, en muchos casos, sus decisiones. Su oficina, situada a pocos pasos de la del mandatario, reflejaba su cercanía. Con este nombramiento, Sarabia dejará el día a día de la Casa de Nariño para enfrentar los desafíos de la diplomacia internacional, un ámbito estratégico para la visión de Petro.
El nombramiento llega en un momento clave para las relaciones internacionales de Colombia. Sarabia, de perfil pragmático y más conservador que la mayoría del petrismo, tiene una visión alineada con la del canciller saliente, especialmente en priorizar las relaciones con Estados Unidos. Su reciente viaje a Washington marcó el inicio de su labor diplomática, con un enfoque en fortalecer la alianza con el gobierno estadounidense encabezado por Donald Trump.
Sarabia también ha adoptado una postura crítica hacia el chavismo venezolano. Intentó, sin éxito, disuadir a Petro de enviar representación oficial a la toma de posesión de Nicolás Maduro. Aunque no comparte las simpatías de algunos sectores del gobierno hacia el régimen venezolano, ha dejado claro que cortar relaciones con Venezuela sería un error estratégico. Su enfoque buscará mantener abiertas las fronteras y preservar el comercio binacional.
La confianza entre Petro y Sarabia se consolidó durante la campaña presidencial de 2022, cuando ella trabajaba como asesora de Armando Benedetti, el entonces jefe de campaña. Tras la victoria de la izquierda, Petro decidió mantener cerca a Sarabia y la nombró jefa de Gabinete. Su relación profesional sobrevivió incluso a momentos turbulentos, como el escándalo del polígrafo aplicado a una trabajadora doméstica, que involucró a Benedetti y terminó con la salida temporal de ambos del gobierno.
A pesar de las polémicas, Petro no tardó en reincorporar a Sarabia a roles clave, primero como directora del Departamento para la Prosperidad Social (DPS) y luego como líder del Dapre. La relación de confianza entre ambos es inquebrantable, algo que el presidente ha demostrado una y otra vez.
Jorge Rojas, quien asumirá la dirección del Dapre, es un veterano defensor de derechos humanos y figura de confianza en el entorno político de Petro. Durante más de dos décadas lideró iniciativas en favor de los desplazados a través de la ONG CODHES. En el ámbito público, ha sido secretario privado e incluso jefe de debate en campañas presidenciales. Su experiencia y cercanía con Petro lo posicionan como un candidato idóneo para asumir el control operativo de la presidencia.
Con este movimiento, Gustavo Petro reconfigura su equipo cercano para enfrentar los retos internos y externos que marcarán los próximos años de su mandato. Mientras tanto, Laura Sarabia comienza una nueva etapa, representando a Colombia en el escenario internacional con su ya conocida capacidad estratégica.
Fuente: El País