Estados Unidos
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca el 20 de enero ha marcado el inicio de una de sus promesas más controvertidas: la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos. Apenas una semana después de asumir el cargo, se difundieron imágenes de cientos de migrantes en situación irregular, esposados y escoltados por las autoridades estadounidenses, abordando aviones del Ejército para ser repatriados a sus países de origen.
Además de los vuelos de repatriación, tanto el presidente como miembros de su gabinete han impulsado una narrativa criminalizante contra los deportados. Tom Homan, nuevo 'zar de la frontera', afirmó que las deportaciones son solo el "inicio de un proceso masivo", enfocado inicialmente en aquellos migrantes considerados una "amenaza para la seguridad nacional". Trump, el 28 de enero, celebró la expulsión de "cientos de inmigrantes ilegales criminales" como un logro de su mandato.
Sin embargo, las primeras acciones de Trump han desatado fricciones diplomáticas con varios países latinoamericanos receptores de los deportados. El gobierno de Colombia se vio envuelto en un 'impasse' con Washington por el trato inhumano a sus ciudadanos deportados, mientras que Brasil también exigió explicaciones al respecto.
En paralelo, el gobierno mexicano ha pedido calma, asegurando que las repatriaciones no han variado significativamente respecto a los últimos meses de la administración Biden.
La primera confrontación diplomática llegó desde Bogotá. El 26 de enero, el presidente colombiano Gustavo Petro rechazó la llegada de dos aviones militares de Estados Unidos con más de 100 migrantes colombianos deportados. El rechazo se debió a que los deportados viajaban esposados, lo que llevó a Petro a justificar su decisión a través de las redes sociales: "Un migrante no es un delincuente y debe ser tratado con dignidad".
La respuesta de Trump no se hizo esperar, anunciando un aumento del 25% en los aranceles de importación provenientes de Colombia, con la posibilidad de elevarse al 50% en las semanas siguientes. Además, se incluyó un paquete de sanciones económicas y diplomáticas. Sin embargo, tras negociaciones bilaterales, el conflicto fue resuelto, y el 27 de enero, Colombia envió dos aviones militares para repatriar a los migrantes sin esposas ni custodia policial.
En México, la presidenta Claudia Sheinbaum reaccionó con prudencia. Aunque expresó su solidaridad con la región, pidió "cabeza fría" a los gobiernos latinoamericanos para mantener abiertos los canales de diálogo con Washington. En relación con las repatriaciones mexicanas, Sheinbaum aseguró que no se ha registrado un aumento significativo en las deportaciones, destacando que el país ha recibido a 4,094 migrantes en la primera semana de mandato de Trump, un número similar al de meses previos.
En Brasil, el Ministerio de Relaciones Exteriores convocó al diplomático estadounidense Gabriel Escobar para exigir explicaciones sobre los "malos tratos" que sufrieron los migrantes brasileños deportados el 24 de enero. Los deportados denunciaron agresiones y tratos inhumanos durante los vuelos, y el gobierno brasileño condenó el uso "indiscriminado de esposas y cadenas", considerándolo una violación de los acuerdos que exigen un trato digno y humano para los repatriados.
El avión con los deportados tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en Manaos debido a problemas mecánicos. Fue allí donde las autoridades brasileñas descubrieron las malas condiciones de los deportados y, en respuesta, enviaron un avión del Ejército para asegurar el regreso de los migrantes a Brasil bajo la protección del Estado.
Las primeras semanas del mandato de Trump han puesto a prueba las relaciones diplomáticas de Estados Unidos con América Latina, especialmente en el contexto de las deportaciones masivas. Mientras los gobiernos de la región reaccionan con una mezcla de solidaridad con sus ciudadanos y llamados al diálogo, la administración estadounidense mantiene su postura firme en la ejecución de políticas migratorias estrictas, lo que podría continuar generando roces internacionales en los próximos meses.
Fuente: France 24