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El fiscal especial Jack Smith, encargado de la acusación contra Donald Trump por intentar subvertir los resultados de las elecciones de 2020, presentó un informe final el 13 de enero de 2025 en el que sostiene que existían pruebas suficientes para condenar al presidente electo en un juicio, si su victoria en las elecciones de 2024 no hubiera complicado la prosecución de los cargos.
El informe resalta que el Departamento de Justicia considera que la Constitución impide procesar a un presidente en funciones, independientemente de la gravedad de los delitos. Smith expresó que, de no haber sido por la elección de Trump y su regreso inminente a la Casa Blanca, los fiscales creían que la evidencia era suficiente para obtener una condena en el juicio.
En el documento de 137 páginas, entregado al Congreso, se detalla el amplio conjunto de pruebas que el equipo de Smith reunió. Entre ellas, se encuentran testimonios de más de 250 personas y más de 55 testigos ante el gran jurado. A lo largo del informe, Smith subraya que Trump intentó de manera ilegal aferrarse al poder, instigando incluso la violencia contra sus opositores políticos, lo que culminó en los disturbios del 6 de enero de 2021.
Smith señala que Trump fue directamente responsable del ataque al Capitolio, respaldado por los testimonios de los participantes en los disturbios, quienes afirmaron actuar en nombre de Trump. También se incluyen relatos desgarradores de agentes de policía del Capitolio, que describieron el nivel de violencia sufrido durante el asalto.
El informe, que también documenta las dificultades enfrentadas durante la investigación, menciona los esfuerzos de Trump por desestabilizar el proceso judicial a través de sus seguidores y amenazas a testigos. Smith reconoce los retos legales derivados de la candidatura presidencial de Trump, que complicaron los procedimientos judiciales debido a la interferencia de su campaña electoral.
Además, el informe aborda brevemente la posible responsabilidad de otros co-conspiradores de Trump, aunque Smith no llegó a acusar a ninguna persona más allá del expresidente, señalando que el informe no debe interpretarse como una acusación contra otros implicados.
Por otro lado, los abogados de Trump intentaron evitar la publicación del informe, argumentando que su propósito era político. Trump reaccionó a la revelación del documento a través de sus redes sociales, calificando a Smith de "trastornado" y descalificando las acusaciones como un intento de sabotear su campaña electoral.
Este informe marca el fin de una de las investigaciones más significativas contra Trump y pone de relieve los esfuerzos sin precedentes del expresidente para manipular los resultados de las elecciones y su vínculo con el ataque al Capitolio, dejando una profunda huella en la historia legal y política de los Estados Unidos.
Fuente: The New York Times
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