Por Carolina Coto
En Honduras está próximo a llevarse a cabo las elecciones internas o primarias el 9 de marzo del año en curso, están participando los tres Partidos Políticos Tradicionales, con la llegada del Partido Libertad y Refundación al poder se rompió años de bipartidismo y ahora denominado tripartidismo junto al Partido Nacional y Partido Liberal.
Podríamos decir que son los tres Partidos Políticos mejor estructurados a nivel nacional donde se eligen los tres niveles electorales con papeletas separadas presidente, alcalde, Diputado y autoridades de partido, los candidatos electos el 9 de marzo serán los que representarán a cada partido político oficialmente el último domingo de noviembre donde se elegirán ya a las autoridades del país. No podemos dejar de mencionar que hay un numero de partidos políticos emergentes y otros que ya han participado anteriormente y que no se someten a los procesos internos y esperan hasta las elecciones generales para participar con una posible coalición, o con candidaturas independientes. Los escenarios políticos están dados y mientras estos partidos emergentes no se logren estructurar y lanzar a la palestra política un nuevo contendor con un liderazgo fresco denominado outsider podríamos decir que el próximo presidente de Honduras saldría del tripartidismo. Un electorado con hartazgo y sin un candidato que llene sus expectativas completamente, con un 54% aproximadamente del electorado independiente o voto nuevo que no se identifica con ningún partido político capaz de definir elecciones se espera que si el tripartidismo no lo logra atraer ese porcentaje en estas elecciones internas con ideas nuevas, propuestas claras y soluciones a los problemas reales que enfrenta el país, y solo se proponen atraer el voto duro de sus partidos políticos tendríamos candidatos que no romperían con el tradicionalismo que mantiene sus estructuras partidarias.
Con un partido liberal apostándole a “Lideres Exportados” con salidas abruptas de sus partidos donde han militado, el primero Jorge Calix sale por diferencias con los lideres actuales del Partido de gobierno Libertad y Refundación y Salvador Nasralla buscando acuerparse en la estructura electoral quien dejo su propio partido PSH Partido Salvador de Honduras que fundo y que creo, y con esto apostarle a un Partido Liberal con 16 años de no ostentar el poder, y que se vio debilitado por su fragmentación en el 2009, así mismo un Partido Nacional desgastado por 12 años de gobierno y que no a logrado limpiar su imagen totalmente con Nasry Asfura ultimo contendor de las elecciones generales del 2021 y Ana García de Hernández ex primera dama y esposa del ex presidente Juan Orlando Hernández quien cumple una condenada en New York, de igual forma la candidata del partido de gobierno Rixi Moncada compitiendo con todos los recurso del estado y de paso siendo Ministra de Defensa quienes son los encargados de manejar las urnas electorales el día de las elecciones totalmente anti democrático y lejos de ser una competidora con igualdad de condiciones. Hasta este momento comenzando abiertamente la campaña política mantienen todos los candidatos o si bien la mayoría campañas tradicionales carente de propuestas manteniendo mensajes confrontativos que siguen dividiendo y polarizando al pueblo hondureño.
Aunque contamos en Honduras con instituciones como el CNE encargada de velar por la organización, planificación y distribución de los recursos en las elecciones internas, siempre son los partidos políticos por medio de sus representantes en mesas los encargados de manejar los votos y el cierre de las actas donde se pueden dar adulteraciones borrones o manchones esto permite que los candidatos con estructuras más consolidades o con más recursos económicos y logísticos tengan ventaja sobre aquellos que se denominan “pequeños” y crear un ambiente de duda e incertidumbre a aquellos relativamente nuevos como el caso de Carlos Urbizo candidato del Partido Nacional quien renuncia por no sentirse seguro de la transparencia de estas elecciones internas. Se necesitan cambios y solo serán posibles con reformas electorales profundas para que no solo los partidos políticos puedan cuidar sus votos también entes externos y fiscalizadores asegurando la transparencia en las actas. Mientras los partidos tradicionales no se sometan a la reestructuración y formación continua de su liderazgo seguiremos apostando a candidatos que en su mayoría no gozan de la simpatía ni la credibilidad del pueblo hondureño. Lo que si podemos rescatar es que estas elecciones serán las más observadas con un presupuesto destinado de más de Mil Millones de Lempiras el mas grande de la historia con una empresa Venezolana Smartmatic encargada de velar por el TREP (Transmisión de Resultados electoras Preliminares) y el Centro Carter organización fundada por el expresidente estadunidense Jimmy Carter para observar procesos electorales garantizando procesos limpios y transparentes esta misma dio el tiro de gracia con las elecciones el año anterior en Venezuela donde señalo que las elecciones se habían llevado a cabo de forma fraudulenta.
Si bien es cierto no podemos desmeritar el trabajo que se ha venido realizando con estas instituciones del estado como el CNE para asegurar transparencia en sus procesos electorales también debemos recalcar que mayor competencia mayor participación del electorado. Lo que si podemos decir es que estas elecciones internas solo definirán los candidatos oficiales del tripartidismo ya que estadísticamente hablando no podemos definir un panorama exacto para las elecciones generales ya que el factor sorpresa siempre está latente y posibles coaliciones que pueden cambiar el rumbo de la historia. Ahora más que nunca necesitamos la mayor afluencia de votantes y asegurar la mayor transparencia con elecciones libres y justas ya que fortalece la democracia y el estado de derecho.