Estados Unidos
A solo cuatro días de concluir su mandato, Joe Biden se despidió de la presidencia con un discurso desde el Despacho Oval, siguiendo la tradición iniciada por George Washington en 1796. En su mensaje de 17 minutos, el presidente abordó temas fundamentales para la democracia estadounidense, advirtió sobre los peligros de la "oligarquía tecnológica" y los abusos de poder, al tiempo que reflexionó sobre su legado y los retos que enfrenta la nación.
"Este será mi último discurso ante ustedes, el pueblo estadounidense, desde este escritorio como presidente. Y he estado pensando mucho sobre quiénes somos y, más importante, quiénes deberíamos ser", comenzó Biden. Con un tono crítico, denunció la concentración de poder en manos de una élite tecnológica y financiera, comparándola con los "barones ladrones" del siglo XIX. Sin mencionar nombres, sus palabras apuntaron claramente a figuras como Elon Musk y Mark Zuckerberg, a quienes acusó de permitir la propagación de desinformación y erosionar los valores democráticos.
Biden también trazó paralelismos con el discurso de Dwight D. Eisenhower sobre el "complejo industrial militar", advirtiendo sobre los peligros de un "complejo industrial tecnológico" que amenaza con socavar las instituciones democráticas. "Los estadounidenses están siendo sepultados bajo una avalancha de falsedades y desinformación que permite el abuso de poder", afirmó, señalando a las redes sociales que han renunciado a verificar los hechos. "Debemos exigir responsabilidades a estas plataformas para proteger a nuestras familias y nuestra democracia."
En su despedida, el mandatario también presentó un programa de reformas democráticas que incluyó propuestas como una reforma tributaria para que los multimillonarios paguen su parte justa, la prohibición del dinero oscuro en las campañas electorales, la limitación de los mandatos de los jueces del Tribunal Supremo a 18 años y la eliminación de la inmunidad penal para los presidentes en ejercicio. "El poder del presidente no es absoluto. Y no debe serlo", enfatizó.
Biden también reflexionó sobre los desafíos que marcaron su administración, desde la caótica retirada de Afganistán hasta las tensiones internacionales provocadas por la invasión rusa a Ucrania y el conflicto en Gaza. A pesar de las críticas, destacó logros como la recuperación económica tras la pandemia, la creación de empleo, las inversiones en infraestructura y energías verdes, y el fortalecimiento de las alianzas internacionales. "Hemos dejado a Estados Unidos en una posición más fuerte que cuando comenzamos", afirmó.
Sin embargo, los problemas internos, como la inflación y la inmigración irregular, erosionaron su popularidad y facilitaron el regreso de Donald Trump a la presidencia. Biden admitió sentirse capaz de derrotar nuevamente a Trump, pero señaló que las presiones de su partido y su actuación en el debate de junio lo llevaron a ceder el paso a su vicepresidenta, Kamala Harris, a quien elogió como una figura clave en su administración.
El presidente concluyó su discurso con un mensaje de esperanza y responsabilidad ciudadana: "Tras 50 años de servicio público, os doy mi palabra de que sigo creyendo en la idea que defiende esta nación. Ahora os toca a vosotros ser los guardianes de la llama. Que Dios os bendiga a todos y proteja a nuestras tropas. Gracias por este gran honor".
Fuente: El Pais