Tierra: La Conexión con la Realidad del Electorado
El elemento de tierra en la metaestrategia simboliza la capacidad de una campaña para enraizarse en las necesidades concretas de la población (Rubach, 2023). En su campaña de 2024, Trump aprobó este principio al centrar su mensaje en temas económicos y de seguridad, dos preocupaciones tangibles que afectaban a un amplio sector de la sociedad.
En medio de una crisis inflacionaria y las incertidumbres laborales, el enfoque de Trump en pegó de forma particular porque priorizaba el bienestar económico antes que cualquier otro tema. Según mi análisis, la clave del éxito en este aspecto radica en la conexión directa con el grassrooting de MAGA que se tradujo en acciones políticas focalizadas, casa por casa, usuario por usuario.
Agua: La Flexibilidad y Adaptabilidad de la Campaña
El agua representa la adaptabilidad, la capacidad de una campaña para ajustarse a los cambios constantes del entorno político. Durante la elección de 2024, la habilidad de Trump para modificar su mensaje según las circunstancias fue un factor fundamental en su éxito. Su equipo de campaña utilizóherramientas avanzadas de análisis de datos, fue capaz de monitorear el clima social y ajustar el discurso de manera ágil hacia el humor de sus potenciales votantes. Por ejemplo, cuando surgieron nuevos temas o preocupaciones como la amenaza migrante o reshoring de empresas a territorio norteamericano en redes sociales o en la conversación pública, el equipo de Trump respondió de inmediato, adaptando el mensaje a estas nuevas inquietudes. Este enfoque flexible y dinámico mantuvo a la campaña de Trump en constante sintonía con las demandas del electorado, fortaleciendo su vínculo con un público que sentía que atención a sus preocupaciones en tiempo real en cada plataforma de comunicación social de acuerdo a las prestaciones y perfil de usuario que las habitan (Rubach, 2023).
En contraste, la campaña de Harris no mostró la misma adaptabilidad. Al mantener un tono y mensaje invariables, la candidata demócrata perdió la oportunidad de responder de manera ágil a los cambios en el contexto económico y social. Mientras la campaña de Trump fluía como el agua, adaptándose a cada giro de la situación, la de Harris se mantuvo rígida, enfocada en temas de justicia social y equidad sin tener en cuenta las necesidades cambiantes de un electorado que demandaba soluciones concretas. La falta de flexibilidad en una campaña es, en mi experiencia, una debilidad que puede desconectar al candidato del electorado, ya que el público percibe esa rigidez como un síntoma de desconexión o falta de empatía (Rubach, 2023).
Viento: La Difusión Eficaz del Mensaje
El viento representa la capacidad de amplificar el mensaje de una campaña y de hacerlo resonar profundamente en la audiencia. Trump, desde su vasta experiencia en el manejo de medios, utilizó este principio con destreza acuática al aprovechar las redes sociales y soplar sus mensajes a los medios de comunicación tradicionales para proyectar su narrativa de manera constante y con un lenguaje claro que se propagaba como un tornado, rápida y violentamente. Su comunicación tenía una consistencia y simplicidad que facilitaban su comprensión, se tradujo en un mensaje efectivo y omnipresente que podían igualmente entender desde un niño de 10 años, un inmigrante con educación trunca y una maestra universitaria de un gran centro urbano. Con cada declaración, Trump logró que su postura sobre temas controversiales llegaran a una audiencia vasta y diversa, captara la atención por indignación o aprobación y mantenerse todo el tiempo en el centro de la conversación pública.
Harris, por su parte, emplea el respaldo de figuras públicas e influencers para amplificar su mensaje, pero este enfoque quedó corto en comparación con la comunicación directa de Trump, quien era por sí solo un terainfluencer más grande y poderoso que cualquiera del lado de la vicepresidenta. En mi opinión, ella cometió el error de depender demasiado de estos apoyos indirectos en lugar de comunicarse de manera directa con el electorado. Según Kotler y otros expertos en comunicación política, un mensaje genuino y directo es fundamental para establecer una conexión emocional con el público, algo que Harris no alcanzó en la misma medida (Kotler, et al., 2024). La diferencia radica en que, mientras Trump dominaba el viento al amplificar su mensaje y conectarse directamente con sus votantes, Harris se diluía como un silbido entre voces ajenas que le restaron autenticidad y fuerza a su campaña, finalmente la candidata era ella, no Taylor Swift.
Fuego: La Energía que Motiva a la Acción
El fuego en la metaestrategia simboliza la pasión y el poder de una campaña para inspirar a sus seguidores a actuar, también es el elemento que concentra la inteligencia que prende todos los esfuerzos. Trump hizo gala de una energía constante que inyectaba a sus discursos un sentido de urgencia y compromiso sustentados en datos duros que se obtenían y analizaban en tiempo real. En 2024, vi cómo lograba movilizar a su base con una retórica que apelaba más que a la razón, a la emoción; más que enarbolar ideas, encendía creencias. Su discurso transmitía una misión que cumplir, una batalla que ganar, y eso generaba un sentido de propósito y unidad entre sus seguidores. Era una película de acción de verano que a la gente le estaba gustando. En mi experiencia, el fuego es crucial para movilizar y convertir a los simpatizantes en activos defendidos, lo cual representa una ventaja significativa en una contienda cerrada (Greene, 2000).
Harris, aunque también contaba con una base leal, no logró generar el mismo nivel de entusiasmo y urgencia en su campaña. Su mensaje, centrado en temas de justicia y equidad, carecía de la intensidad necesaria para inspirar una movilización masiva. La diferencia radica en que, mientras Trump proyectaba una energía que movilizaba, Harris parecía proyectar una postura menos apasionada, incluso frígida; lo cual hizo que su mensaje se percibiera como menos urgente y, en consecuencia, menos inspirador. Aristóteles subraya que un líder debe proyectar una presencia inspiradora y enérgica para conectarse con su audiencia, y en este aspecto, Trump supo explotar el fuego de su discurso, así logró prender y movilizar a sus seguidores con un fervor difícil de igualar (Rubach, 2023).
Éter: La Visión Estratégica y la Cohesión de la Campaña
Finalmente, el éter representa el plano estratégico superior, la capacidad de una campaña para integrar todos sus componentes en una visión coherente y de largo plazo. En mi modelo de "metaestrategia", el éter es el elemento que da cohesión a toda la estructura, unificando la narrativa y presentando una imagen de liderazgo sólida y estable (Rubach, 2023) en cualquier ámbito de desarrollo. Trump aprobó este principio al proyectarse como el defensor de una identidad nacional que muchos sentían amenazada, un fin superior, un común denominador, un factor inherente. Al construir una narrativa de “restauración de América”, presentó una visión de regreso a los valores tradicionales, incluso los instintos básicos, apelando a una identidad nacional fuerte y definida, al núcleo identitario. Esta imagen de estabilidad y unidad llegó profundamente a los que preferían y anhelaban un país centrado en valores compartidos y en un propósito común: la grandeza, lo que quiera que signifique eso en la psique social estadounidense.
En cambio, Harris no logró consolidar una visión tan unificadora en su campaña. Su mensaje, aunque basado en la inclusión y la diversidad, no articuló una narrativa que pudiera captar el sentido de pertenencia de un electorado amplio. La falta de una visión cohesionada le restó fuerza a su mensaje y proyectó una imagen que, a ojos de muchos apoyados, parecía menos sólida y confiable. Kamala no brilló en las redes, no brilló en las calles, no brilló en los medios, tampoco en las mentes de sus propios simpatizantes; su éter no tuvo la sustancia suficiente para cohesionar su esencia. En mi experiencia, el éter es el espíritu que unifica cada acción de una campaña, y en este caso, Trump logró utilizarlo a su favor, generando una conexión profunda y auténtica con los sectores de la población que se sentían excluidos o ignorados por el discurso progresista (Rubach, 2023).