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Susan Summerall Wiles, de 66 años, nació en Nueva Jersey y pasó su juventud en Jacksonville, Florida. Ingresó al mundo de la política en la década de 1970, influenciada por su esposo de entonces, Lanny Wiles, quien trabajaba en la logística de campañas políticas.
Comenzó su carrera como programadora en la campaña presidencial de Ronald Reagan en 1980, y luego trabajó en su administración. Aunque Wiles prefiere mantenerse en el anonimato, es considerada una de las operadoras políticas más influyentes y temidas de Estados Unidos.
En 2010, transformó a Rick Scott, un empresario sin experiencia política, en gobernador de Florida en solo siete meses. Scott actualmente ocupa un escaño en el Senado de Estados Unidos. Fue en 2015 cuando Wiles conoció a Donald Trump durante las primarias republicanas y se convirtió en copresidenta de su campaña en Florida. En 2016, logró que Trump ganara en ese estado contra Hillary Clinton.
A Wiles se le reconoce por su habilidad para imponer disciplina y orden, incluso en medio del caos que rodeaba a Trump. Peter Schorsch, editor de Florida Politics, la describe como una mujer de “amabilidad sureña” que, sin embargo, posee una firmeza inquebrantable. “No es dura ni cruel, pero si alguien intenta sobresalir o falta a la honestidad, Susie no dudará en apartarlo”, señaló.
Su estilo político combina un agudo instinto con una comprensión precisa de las necesidades del público. John Delaney, exalcalde de Jacksonville y amigo cercano, destaca su habilidad para leer al electorado y ofrecerle lo que realmente desea. Aunque Wiles podría no estar de acuerdo con todas las posturas políticas de Trump, su enfoque se centra en ayudar a los candidatos a alcanzar sus objetivos sin que sus propias opiniones se interpongan en el camino. Esta capacidad de mantener el control del equipo de Trump, permitiéndole atraer tanto a los sectores más conservadores como a la élite empresarial, ha sido una de sus principales marcas de distinción.
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