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Ecuador
Faltando 20 días para el arranque oficial de la campaña electoral, los candidatos presidenciales ya han estado promoviendo sus propuestas y su imagen desde mucho antes de inscribir sus binomios. Entre ellos, el presidente y candidato a la reelección, Daniel Noboa, se posiciona con ventaja, una situación que ha sido recurrente en procesos anteriores.
La autoridad electoral ha admitido su incapacidad para controlar la campaña anticipada, lo que ha llevado a los aspirantes a enfocar sus esfuerzos propagandísticos en las redes sociales. Estas plataformas, al estar fuera del alcance regulatorio del Consejo Nacional Electoral (CNE), se han convertido en el escenario principal para sus mensajes.
El gobierno ha aumentado la promoción de la gestión de Noboa, aprovechando la conmemoración del primer año de su mandato, el pasado 23 de noviembre. Entre los contenidos destacados está el video “Informe a la Nación”, de 12 minutos, que sigue pautándose en redes sociales.
Además, el reciente anuncio de un feriado no recuperable del 1 al 5 de enero y el descuento en las planillas eléctricas para el sector residencial, equivalente a 180 kilovatios/hora, han sido interpretados como estrategias para consolidar su imagen antes del inicio formal de la campaña.
El presidente Noboa también ha recurrido a TikTok, una plataforma que ha utilizado para atacar a sus adversarios y promocionar su gestión. En uno de sus videos, al estilo del expresidente Rafael Correa, desafía a sus detractores diciendo: “Si quieren volver al poder, ganen en las urnas”. Este tipo de mensajes buscan posicionarlo como un líder firme frente a los retos del país, de cara a las elecciones del 9 de febrero de 2025.
Su discurso se centra en combatir a los “narcoterroristas” y a los “políticos corruptos”, incluso lanzando acusaciones sin pruebas sobre presuntos financiamientos a las movilizaciones sociales que coincidieron con su aniversario en el poder. Estos mensajes, sin embargo, no parecen consolidar un impacto duradero entre los ciudadanos.
En eventos recientes, como una intervención en Guayaquil el 2 de diciembre, Noboa cuestionó a sus opositores: “¿Cuándo nos van a devolver todo lo que nos robaron?”. En sus cuentas de Instagram y Facebook, reforzó su narrativa afirmando que un “triunfo del Nuevo Ecuador es el de las familias ecuatorianas”, vinculando su gestión a una lucha contra la violencia armada y política.
Sin embargo, el descontento social manifestado durante las Fiestas de Quito, amplificado por la performance del grupo Mugre Sur en el Quitofest, puso en evidencia la desconexión entre el gobierno y sectores culturales. La respuesta oficial, a través del Ministerio de Cultura, generó un intenso debate público que desvió la atención de los mensajes presidenciales.
La controversia escaló cuando, el 9 de diciembre, Noboa respondió directamente al expresidente Rafael Correa en redes sociales, mencionando casos judiciales como Sobornos, la auditoría de la Refinería del Pacífico y Reconstrucción de Manabí. Este intercambio polarizó la opinión pública y opacó la propaganda previamente difundida por el Ejecutivo.
Incluso con contenido pautado en todas sus plataformas, los mensajes del presidente candidato no lograron movilizar significativamente a sus simpatizantes. Un video promocionando su gestión apenas alcanzó 166,000 reproducciones en TikTok y 1,000 compartidos en X (antes Twitter), con comentarios mixtos.
Los esfuerzos del gobierno para amplificar su mensaje en redes sociales enfrentan obstáculos derivados tanto de la dinámica de las plataformas como de la respuesta social. Mientras el presidente Noboa busca proyectarse como un líder fuerte y comprometido, las polémicas y la falta de una narrativa cohesionada dificultan que sus mensajes resuenen de manera efectiva entre los ecuatorianos.
Fuente: Primicias
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