Al cumplirse el primer aniversario de la asunción del presidente Javier Milei, líder de la coalición ultraderechista La Libertad Avanza (LLA), Argentina enfrenta una creciente crisis política, económica y social. Denuncias sobre manipulación de datos y cifras por parte del gobierno han sido recurrentes, mientras la prensa alternativa acusa a Milei de actuar como un “infiltrado para desmantelar el Estado desde adentro”.
Bajo su administración, el control mediático se ha consolidado, con importantes grupos como Clarín y La Nación respaldando al gobierno, los mismos que, según críticos, impulsaron su candidatura durante la campaña electoral. Milei, quien se presentó como el candidato de la motosierra dispuesto a cortar de raíz la intervención estatal, es ahora objeto de fuertes cuestionamientos.
Uno de los temas más controvertidos es la legitimidad de su victoria. Oficialmente, Milei habría ganado con el 56.6% de los votos en la segunda vuelta, un resultado que sorprendió al mundo. Sin embargo, el periodista y escritor Mempo Giardinelli expuso en Página/12 que, considerando votos en blanco y abstenciones, Milei obtuvo solo el respaldo del 40.31% del padrón electoral. Esto significa que casi el 60% de los argentinos habilitados para votar no lo eligieron como presidente.
Giardinelli calificó la narrativa oficial como una "maniobra malintencionada", diseñada para inflar su legitimidad. Este hecho resalta un descontento subyacente en un país que enfrenta una de las tasas de participación electoral más bajas en décadas: apenas el 76% del padrón votó en las elecciones.
En el último año, la pobreza se ha disparado a niveles alarmantes. Según el Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), el 49.9% de la población vive por debajo de la línea de pobreza, afectando a 23 millones de personas, incluidos seis millones en situación de indigencia. Entre los menores de 18 años, la pobreza alcanza el 65.5%.
La paralización de obras públicas y el aumento del desempleo agravan la situación. Empresas como Avon han despedido a cientos de empleados, mientras el número total de despidos en el país se acerca al medio millón. La suspensión de medicinas gratuitas para jubilados de bajos ingresos ha sido calificada como una medida de "máxima crueldad," dejando a millones de personas en una situación desesperada ante el incremento constante en los precios de alimentos y servicios básicos.
En el ámbito internacional, Milei ha tomado decisiones que han generado controversia, como su alineamiento con Israel y Estados Unidos. Su gobierno ha retirado políticas de género y ha rechazado resoluciones en defensa de los pueblos originarios, lo que ha sido interpretado como un acercamiento al fascismo global.
Mientras tanto, organizaciones como el Grupo de Curas en Opción por los Pobres acusan a Milei de gobernar mediante decretos y vetos, justificando sus acciones con cifras manipuladas. “Este gobierno promueve la ley de la selva en nombre de una falsa libertad, generando hambre y desintegración social”, señalaron en un comunicado.
El balance de este primer año de gobierno evidencia un país fracturado, con crecientes niveles de desigualdad y descontento social. Mientras algunos sectores celebran las políticas de Milei como un intento de modernización, otros lo acusan de sacrificar la soberanía nacional y condenar a millones de argentinos a la pobreza y la desesperanza.
En este contexto, la Argentina enfrenta un futuro incierto, donde las tensiones internas y las decisiones de política exterior siguen marcando el rumbo de un país en crisis.
Fuente: La Jornada