Harold McQuaker, alcalde de la localidad de Emo, en Ontario, se negó públicamente a cumplir con una sentencia de la Comisión de Derechos Humanos de Ontario (OHRC) que lo obliga a pagar una multa de $5,000 dólares y asistir a un curso de concienciación tras no izar la bandera LGBT durante el Mes del Orgullo.
El fallo también impone una sanción adicional de $10,000 dólares a la ciudad, después de que la organización Borderland Pride presentara una denuncia contra el alcalde y el municipio. Según el grupo, la negativa de McQuaker infringió normas relacionadas con el respeto y la inclusión de la comunidad LGBT.
"Esto es una extorsión. Me niego rotundamente a pagar esos $5,000 dólares", declaró McQuaker. Asimismo, añadió que la multa correspondiente al municipio será abonada o apelada dependiendo de la decisión del consejo municipal.
El alcalde argumentó que su decisión no estuvo motivada por prejuicios o discriminación, sino por una razón práctica: "No izamos la bandera porque el ayuntamiento no cuenta con un asta adicional para colocarla".
Además de las sanciones económicas, Borderland Pride solicitó que se implementen programas de formación en "diversidad e inclusión" para todos los funcionarios locales. También exigen un compromiso formal por parte del municipio para participar en las actividades del Mes del Orgullo a partir del próximo año.
Este caso ha generado un debate en Canadá sobre la responsabilidad de los gobiernos locales en promover la inclusión y la diversidad, así como los límites entre las decisiones administrativas y los derechos de las comunidades minoritarias.
Fuente: VOZ