Venezuela aprueba ley que impone 30 años de cárcel a quienes promuevan sanciones extranjeras

 
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La Asamblea Nacional de Venezuela, dominada por el chavismo, aprobó una nueva ley que establece penas de hasta 30 años de prisión y multas que pueden llegar a un millón de euros (aproximadamente 1.05 millones de dólares) para quienes promuevan o participen en la imposición de sanciones extranjeras contra el Gobierno venezolano y sus autoridades.

La normativa, titulada Ley Orgánica Libertador Simón Bolívar contra el Bloqueo Imperialista y en Defensa de la República Bolivariana de Venezuela, deberá ser ratificada por el presidente Nicolás Maduro para su entrada en vigor. Además de las penas de cárcel, la ley contempla una inhabilitación política de 60 años para los infractores, prohibiéndoles postularse a cargos públicos o de elección popular.

La legislación también incluye restricciones para aquellos que hayan promovido o participado en "acciones armadas, de fuerza o cibernéticas" contra el país, sus instituciones o autoridades, muchas de las cuales están sujetas a sanciones internacionales. Estas personas enfrentarán las mismas penas y multas, que deberán ser pagadas en bolívares, tomando el euro como referencia debido a su mayor valor frente al dólar.

Los medios de comunicación que difundan mensajes que promuevan sanciones o que "perjudiquen" a Venezuela también enfrentarán sanciones económicas y podrían ser suspendidos o excluidos del espectro radioeléctrico, dependiendo de la plataforma.

La ley considera las sanciones internacionales como crímenes de lesa humanidad, haciendo referencia a las más de 900 medidas punitivas impuestas al país en la última década, principalmente por Estados Unidos, según el Gobierno venezolano.

Además, se crea un registro nacional de personas sospechosas de incurrir en estas acciones, quienes podrían enfrentar la congelación de sus activos, restricciones en operaciones comerciales, o en el caso de extranjeros, la expulsión del país y la expropiación de sus bienes.

Este marco legal se presenta en un contexto de tensiones políticas internas, tras las elecciones presidenciales de julio, cuyos resultados no son reconocidos por varios gobiernos internacionales.

Fuente: France24