Por: Aureola del Sol
A pesar del avance de las redes sociales y su cada vez más necesario uso en la comunicación política, resulta evidente que en el ámbito político se incrementan los desafíos en su intento por mantener una conexión con la ciudadanía a través de estas plataformas, ya que sus protagonistas parecen estar inmersos en temas que no son los que le importan a la gente, lo que se traduce en el fracaso de sus proyectos en el mundo digital.
A medida que estas plataformas han evolucionado, también lo han hecho los desafíos que se enfrentan, principalmente en tres grandes aspectos: no entender los nuevos hábitos de consumo, una desconexión de lo que realmente quiere la gente y la falta de adaptación a las nuevas tendencias y el impacto que tienen en la política.
Hay quien sigue pensando, que es estar en redes sociales es únicamente realizar post del día a día, es decir de las actividades que una figura política o institución, sin tener una estrategia clara, narrativa ni objetivos.
Para evitar fracasar en la incursión en las redes sociales, a continuación analizamos cómo mejorar tres de los aspectos vitales de todo proyecto en comunicación digital:
Entender los nuevos hábitos de consumo
Ahora, la comunidad de internautas consume información de manera rápida y superficial, por lo que el contenido debe captar la atención y retenerla en un mar de publicaciones, al mismo tiempo con una comunicación Sencilla, Emotiva y Relevante, como lo establece el método SER Digital.
El éxito de los reels de instagram y Tik Tok ha sido justamente en que los contenidos son altamente digeribles, centrado en videos en formato vertical, aderezados con música en tendencia y otros elementos que los hacen altamente atractivos, a diferencia de campañas políticas que fallan porque se centran en mensajes largos y tediosos, que no logran resonar con un público acostumbrado a recibir mensajes en formato de snack.
Desconexión de los deseos de la gente
Otro factor que ha contribuido al fracaso político en las redes sociales es la desconexión entre los políticos y las preocupaciones reales de la ciudadanía. Con frecuencia, las figuras políticas se centran en mensajes que resaltan logros o una egoteca personal sin que su comunicación refleje las prioridades del metro cuadrado de las personas y lo que realmente les importa.
La clase política ha pasado por alto que ahora la ciudadanía cuenta con el arma más poderosa para comunicarse, que es un aparato móvil, desde donde pueden demandar, alzar la voz y evidenciar por ejemplo, los malos resultados de gobierno.
Las redes sociales son la plataforma ideal para generar una auténtica conexión con la ciudadanía si se logra entender lo que la gente quiere y comunicarlo de esa manera.
Falta de adaptación de las nuevas tendencias y su impacto en política
A la clase política pareciera resultarle difícil adaptarse a las nuevas tendencias, tanto de nuevas plataformas como las innovaciones digitales que consume la gente, lo cual genera la percepción de que se vive en el pasado, como si se tratase de comunicación del siglo pasado, lo cual dificulta la conversación con las audiencias.
A muchas de las figuras políticas les preocupa más hacer un contenido viral a crear un mensaje que pueda impactar de manera positiva en sus audiencias.
En síntesis, el fracaso de la política en redes sociales se debe a una combinación de malas prácticas en materia de comunicación, a la que si no se ajusta el rumbo se estará destinado a permanecer en el olvido y la falta de atención de las audiencias meta.
Para avanzar, la clase política debe reconocer estos desafíos y reconfigurar sus estrategias. Solo a través de la autenticidad, la conexión real y un enfoque centrado en la ciudadanía se podrá recuperar la confianza perdida y utilizar las redes sociales como una verdadera herramienta de cambio en lugar de un escenario de fallas comunicativas y en un SER Digital.