Este jueves, el Parlamento de Nueva Zelanda comenzó la votación de un proyecto de ley que busca reinterpretar los principios del Tratado de Waitangi, firmado en 1840, que regula las relaciones con la población maorí. Este proyecto, que ha provocado controversia debido a su posible impacto negativo en los derechos de los maoríes, fue aprobado en su primera ronda, aunque aún requiere dos lecturas más antes de convertirse en ley. El proyecto ha generado fuertes protestas tanto dentro como fuera del Parlamento.
La propuesta fue enviada al Comité de Justicia del Legislativo, donde será evaluada durante los próximos seis meses, según informó el ministro de Justicia, David Seymour, quien también es el principal impulsor de la iniciativa. Seymour, miembro del Partido ultraliberal ACT, aliado al gobierno de Christopher Luxon, sostiene que la reinterpretación del Tratado de Waitangi busca contrarrestar los beneficios dados a los maoríes, que considera desproporcionados en comparación con el resto de la población.
La sesión de votación fue interrumpida de manera abrupta por un haka, una tradicional danza maorí acompañada de gritos, golpes en el pecho y el suelo, popularizada por el equipo de rugby "All Blacks". Este gesto de protesta fue realizado por los legisladores del Partido Maorí, algunos de los cuales lo ejecutaron frente a Seymour. Otros miembros de la oposición y manifestantes presentes en la galería del Parlamento también se unieron a la danza, en un acto de desobediencia simbólica.
El co-líder del Partido Maorí, Rawiri Waititi, explicó que el haka fue un acto de desafío al Gobierno. En declaraciones a Radio New Zealand, Waititi señaló: "Nos encanta cuando lo hacen los ‘All Blacks’, pero ¿qué pasa cuando lo hacen en un lugar donde desafían la violencia y la violencia continuada de una Cámara que lo ha hecho durante cientos de años?".
Mientras tanto, miles de manifestantes que se oponen a la propuesta de Seymour, algunos portando banderas maoríes y atuendos tradicionales, se acercan al Parlamento en Wellington. El convoy de protesta partió el lunes desde el cabo Reinga, un lugar de gran significado cultural para los maoríes, y ha recorrido varias ciudades del país.
El proyecto de ley, si es aprobado en su tercera lectura, llevará a la convocatoria de un referéndum, y otorga al Ejecutivo y al Parlamento la facultad de dictar leyes sin limitación. El Tratado de Waitangi, que regula las relaciones del Estado con los maoríes, que representan el 20% de la población neozelandesa, sigue siendo un tema de debate y de luchas por la equidad.
Seymour defiende su propuesta como una medida para redefinir el concepto de los “principios del Tratado”, que fueron introducidos por el Parlamento de Nueva Zelanda en 1975 sin una definición clara, lo que, según él, ha favorecido indebidamente a la población maorí.
A pesar de algunos avances, los maoríes continúan enfrentando discriminación institucional, y sufren tasas desproporcionadamente altas de pobreza, encarcelamiento, enfermedades, abusos domésticos y suicidio, entre otros desafíos.
Fuente: El Universal