El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, respondió a las críticas sobre la donación de trenes provenientes de California, Estados Unidos, asegurando que estos son de alta calidad y representan una opción económica viable para mejorar el transporte en la capital. Los trenes, actualmente en funcionamiento en California, cuentan con características modernas, como aire acondicionado, acero inoxidable y baños, lo que los hace una alternativa adecuada frente a la compra de trenes nuevos, mucho más costosos.
“No estoy trayendo chatarra. Son trenes que están trabajando, con aire acondicionado, acero inoxidable, baños y agua. Son trenes de calidad tipo California,” afirmó López Aliaga durante un evento con representantes de las Ollas Comunes en la Plaza de Armas, defendiendo la donación ante las críticas por la antigüedad de los trenes.
La Municipalidad de Lima firmó un acuerdo con Caltrain, la operadora ferroviaria californiana, para recibir 19 locomotoras diésel-eléctricas y 90 vagones fabricados entre 1985 y 2000. Estos trenes se destinarán al proyecto ferroviario que conectará Lima con Chosica. El alcalde destacó que el nuevo sistema ferroviario será una alternativa más rápida, ecológica y económica que el transporte actual.
La donación tiene un valor total de 24,5 millones de dólares, de los cuales 7 millones corresponden a la aceptación de la donación y aproximadamente 17 millones a los gastos de traslado y reacondicionamiento de los trenes. En relación con el costo, López Aliaga explicó que este incluye el flete para traer las unidades a Lima, destacando que la donación es generosa, pues Estados Unidos ya ha invertido más de mil millones de dólares en la iniciativa.
Los trenes servirán principalmente para conectar Lima Este con el Callao, mejorando la movilidad urbana. “Podemos llegar hasta el Callao, pero mucho más rápido y barato,” expresó el alcalde, subrayando que el proyecto aliviará la congestión vehicular y proporcionará una solución eficiente y ecológica para los ciudadanos.
A pesar de la defensa del alcalde, la propuesta ha generado críticas. La Contraloría General de la República ha expresado preocupaciones sobre los posibles costos ocultos relacionados con la adaptación de los trenes a la infraestructura existente en Lima. Algunos críticos señalan que, aunque la donación representa una opción económica en el corto plazo, los gastos adicionales por mantenimiento y modificaciones podrían superar las expectativas.
El proyecto de modernización del sistema de transporte público en Lima sigue en evaluación. López Aliaga ha insistido en que la compra de trenes nuevos sería inviable debido al alto costo, que podría superar los mil millones de dólares, además de un largo período de espera para su entrega. En sus palabras, “si la Municipalidad de Lima lo hiciera, tendría que meterle 1.000 millones de dólares, que no tenemos, más cuatro años de espera.”
La municipalidad continúa trabajando en los trámites para formalizar la donación y gestionar la adaptación logística de los trenes. La Asociación Público-Privada (APP) jugará un papel clave en la financiación del proyecto. Aunque aún existen incertidumbres sobre su implementación, se espera que el servicio ferroviario entre Desamparados (Lima Centro) y Chosica comience a operar en 2026, siempre y cuando se respalden adecuadamente los avances en la construcción de la infraestructura necesaria.
Fuente: Infobae