El Presidente Gabriel Boric expresó su descontento con los resultados electorales en una reunión en el Palacio de Cerro Castillo el 30 de octubre, señalando que “podríamos haber tenido mejores resultados”. En el encuentro, previo a un asado con dirigentes oficialistas en Viña del Mar, Boric hizo un llamado a la unidad, destacando el desorden que marcó la campaña electoral del oficialismo y la falta de cohesión en las decisiones previas a las elecciones de octubre.
Aunque Boric había solicitado que los partidos oficialistas se presentaran en una lista unitaria, estos optaron por formar tres pactos diferentes para la elección de gobernadores regionales, lo que resultó en una competencia interna en siete circunscripciones. Un ejemplo claro de las consecuencias de esta dispersión fue la región de Los Lagos, donde los candidatos del oficialismo, como Patricia Rada (Frente Amplio) y Claudio Pérez (Partido Liberal), fueron superados por las candidaturas de Chile Vamos y el Partido Republicano, lo que dejó a la región en manos de la derecha.
Los asistentes a la reunión en Cerro Castillo confirmaron que Boric lamentó la falta de acuerdo en esa región, y aunque no mencionó a ningún partido en particular, se interpretó que el mensaje iba dirigido al Partido Liberal, que optó por alinear sus fuerzas con los Regionalistas Verdes en lugar de sumarse al pacto mayoritario del oficialismo.
Además, la situación se repitió en otras regiones, como La Araucanía, donde el Partido Liberal apoyó al independiente René Saffirio, en lugar de respaldar al candidato oficialista Luis Penchuleo. También hubo tensiones dentro del Partido Radical y los Regionalistas Verdes, quienes impulsaron candidaturas propias en diversas regiones, con resultados menos favorables, como en la Región Metropolitana, donde la candidata verde obtuvo apenas un 2.85% de los votos.
En este contexto, Boric y otros miembros del gobierno destacaron la importancia de trabajar juntos en las elecciones parlamentarias de 2025, pidiendo una lista unitaria. Sin embargo, este planteamiento ha generado inquietud entre los presidentes de los partidos, especialmente en el Partido Comunista (PC) y en las agrupaciones del Socialismo Democrático. Muchos consideran que la formación de una lista unitaria es difícil, dada la gran cantidad de candidatos que aspiran a llegar al Congreso.
A raíz de estas tensiones, los presidentes de partido han comenzado a explorar otras opciones. El martes, las bancadas del PPD y la DC se reunieron en un encuentro preliminar para considerar una posible alianza electoral separada del Frente Amplio, lo que podría dar lugar a una lista parlamentaria propia del Socialismo Democrático y la DC, y otra para el Frente Amplio. El diputado Jaime Araya (independiente-PPD) señaló que este encuentro fue un primer paso para considerar cómo enfrentar las elecciones de 2025.
Además, algunos de los partidos más pequeños, como la DC, los radicales y los liberales, están preocupados por la posibilidad de no superar el umbral del 5% en la elección de diputados, lo que podría llevar a su disolución. Este escenario ha llevado a los timoneles de estos partidos a cuestionar la viabilidad de una lista unitaria, temiendo que eso favorezca a los partidos más grandes y los deje fuera de la contienda.
En los días posteriores, los presidentes de los partidos oficialistas han continuado reuniéndose con representantes del gobierno para discutir el rumbo de la coalición, en un contexto de descontento por algunos reajustes en el gabinete. El PPD, por ejemplo, expresó su desazón por la remoción de su subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, mientras que el Frente Amplio también mostró su descontento por la salida de dos subsecretarios de sus filas.
Este clima de tensiones internas y la incertidumbre sobre las alianzas para las elecciones parlamentarias ponen en evidencia las dificultades que enfrentará el oficialismo para consolidarse en los próximos comicios.
Fuente: La Tercera