Los resultados preliminares de las elecciones en Uruguay indican que ninguno de los candidatos a la presidencia alcanzó el porcentaje requerido para ganar en primera vuelta, por lo que el país se prepara para un balotaje el próximo 24 de noviembre. Con alrededor del 36% de los votos escrutados, las proyecciones de encuestadoras y medios locales apuntan a una segunda vuelta entre Yamandú Orsi, del Frente Amplio, y Álvaro Delgado, del Partido Nacional.
Orsi, representante de la izquierda y apoyado por el expresidente José Mujica, ha conseguido aproximadamente un 44% de los votos, mientras que Delgado, del oficialismo centroderechista, obtiene un 27%. En tercer lugar, se ubica Andrés Ojeda, del Partido Colorado, con un 16%, y su partido ya anticipó su respaldo a Delgado en la segunda ronda.
El país vivió una jornada de alta participación, con un 89% de votantes de los 2,7 millones habilitados para acudir a las urnas. Orsi, en su primer discurso tras el cierre de la votación, agradeció a sus seguidores e instó a realizar un “último esfuerzo” para consolidar el apoyo al Frente Amplio en el balotaje.
Aunque Uruguay se encuentra dividido en torno a dos bloques políticos, expertos señalan que la contienda entre Orsi y Delgado se presenta como una elección entre propuestas mayoritariamente centristas. Según el politólogo Adolfo Garcé, la elección uruguaya se destaca por su relativa falta de polarización ideológica, comparada con otras democracias.
En su discurso del domingo por la noche, Orsi destacó el crecimiento del Frente Amplio en esta elección y describió el momento como uno de “cambio y esperanza”. Hizo un llamado a la unidad de los uruguayos y subrayó la necesidad de un crecimiento inclusivo para el país.
La conformación del Senado y la Cámara de Representantes aún no está definida, y no se sabe si el Frente Amplio logrará una mayoría parlamentaria. Además, se votaron dos plebiscitos, uno para reformar el sistema de seguridad social y otro para autorizar allanamientos nocturnos. Según las primeras proyecciones, ambos fueron rechazados, y sus impulsores han reconocido los resultados adversos.
Fuente: BBC