En un giro inesperado, la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Margarita Ríos Farjat, ha presentado su renuncia al cargo. Este anuncio marca la tercera salida de un ministro de la Corte en un corto período, intensificando el clima de incertidumbre en el máximo tribunal del país.
En su carta de dimisión, Ríos Farjat expresó su decisión de no aceptar el haber de retiro que fue establecido por la reciente reforma judicial, subrayando su compromiso con la dignidad y la libertad personal. “Retornaré tranquilamente y sin apego ese dinero a la Tesorería de la Federación si es que, antes o después, no logro cristalizar una forma de donarlo íntegramente a niñas y niños en situación de vulnerabilidad”, afirmó la ministra, haciendo eco de su enfoque en la responsabilidad social.
La salida de Ríos Farjat se produce en un contexto donde la SCJN enfrenta desafíos significativos, incluyendo críticas sobre su funcionamiento y la reciente ola de reformas que han sacudido el sistema judicial. Su renuncia plantea preguntas sobre la estabilidad y el futuro de la Corte, así como sobre la continuidad de su agenda legislativa.
Con su partida, la atención se centra ahora en quiénes serán sus sucesores y cómo estas salidas afectarán el equilibrio interno de la SCJN. Los observadores del ámbito judicial están atentos a las repercusiones que esta situación podría tener en el sistema de justicia en México.