En un análisis exhaustivo sobre la popularidad de Andrés Manuel López Obrador al final de su presidencia, se revela que el mandatario mexicano termina su gestión con una aprobación del 63.3%. A lo largo de su último mes, la aprobación se mantiene en un promedio del 61.3%, mientras que su promedio durante todo su mandato es de 58.9%.
Un dato destacable es que durante los 70 días de su mandato, la aprobación se mantuvo prácticamente estable, comenzando con un 62.6% y concluyendo con un 61.3%. La polarización de opiniones entre la población también es evidente: el 51% aprueba su gestión, mientras que el 33% la desaprueba, dejando solo un 16% de ciudadanos indecisos. Esta situación refleja el impacto de discursos polarizantes en la percepción pública.
López Obrador destaca en el sureste del país, especialmente en estados como Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Tabasco, donde su aprobación es más alta. En contraste, estados como Aguascalientes, Sinaloa y Jalisco presentan las tasas más bajas de aprobación.
Comparado con sus predecesores, López Obrador se despide con un 61% de aprobación, superando a Vicente Fox (59%), Felipe Calderón (53%) y Enrique Peña Nieto (24%). Además, el desgaste de su popularidad ha sido mínimo; ha perdido solo 1 punto, en comparación con los 32 puntos de Peña Nieto, 22 de Fox y 11 de Calderón.
En términos de comparación con gobernadores y alcaldes, el presidente también se mantiene por encima, ya que estos grupos apenas superan el 50% de aprobación.
El análisis considera tres variables fundamentales para juzgar a un presidente: rumbo del país, control del gobierno y credibilidad. En estos aspectos, López Obrador presenta resultados favorables, comenzando con un 41% de ciudadanos que creen que el país va en la dirección correcta y finalizando con un 56%. Sin embargo, la percepción sobre las riendas del país disminuyó de 44% a 40%, aunque la credibilidad se incrementó del 47% al 65%.
En el desglose por áreas de gobierno, destacan ocho sectores donde la aprobación supera el 50%, como el campo, la creación de empleos y la disminución de la pobreza. Sin embargo, áreas críticas como la inseguridad, la salud y la paz presentan calificaciones por debajo del 40%.
Respecto a la percepción general, López Obrador mejora la opinión sobre la economía, la seguridad y la corrupción, mientras que los servicios de salud se mantienen estables. En términos de atributos personales, el presidente tiene saldos positivos, especialmente en su cercanía con la gente y su capacidad de comunicación.
Finalmente, el 55% de los encuestados considera que cumplió o superó las expectativas, aunque un 44% afirma que no lo logró. El documento también detalla las noticias más relevantes que podrían haber influido en el estado de ánimo y las evaluaciones de la población a lo largo de su gobierno.