La tensión entre el expresidente Rodrigo Chaves y el exministro de Obras Públicas, Luis Amador, sigue escalando. Amador afirmó que Chaves planea impulsar a un “títere” como su candidato presidencial para las elecciones de 2026, insinuando que el futuro líder no tendrá independencia y estará bajo el control del actual mandatario.
Durante una entrevista en el programa El Octavo Mandamiento de OPA TV, Amador expresó su preocupación por el rumbo político del país, señalando que la dinámica del gobierno actual se basa en obedecer sin cuestionar. "Yo no quisiera ver a Costa Rica convertida en la próxima Venezuela", advirtió, haciendo referencia a la situación política y económica de la nación sudamericana.
El exministro también criticó un episodio ocurrido el 25 de septiembre en el Consejo de Gobierno, donde Chaves solicitó a su gabinete aplaudir a Marta Esquivel, presidenta ejecutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), quien en ese momento enfrentaba un proceso judicial por su presunta implicación en el Caso Barrenador. Según Amador, los miembros del gabinete obedecieron sin objeciones, lo que para él es un ejemplo claro de la sumisión dentro del gobierno.
Amador ha sido objeto de ataques por parte de Chaves, quien lo llamó "Judas" en septiembre, acusándolo de conspirar para que los diputados lo declararan "mentalmente inestable" y así removerlo del cargo. Esta disputa se remonta a marzo, cuando Chaves destituyó a Amador por supuestamente haber favorecido a la empresa MECO en un contrato millonario relacionado con el mantenimiento de la pista del aeropuerto Daniel Oduber, un movimiento que, según el presidente, costó al país más de $2 millones en sobreprecios. Sin embargo, Chaves aclaró que, aunque hay indicios de corrupción, no puede asegurar que Amador sea corrupto.
La relación entre ambos sigue marcada por recriminaciones y declaraciones públicas que ponen en evidencia la profunda fractura en la cúpula política del país.
Fuente: La República