Estados Unidos
Los ciudadanos de Estados Unidos se preparan para elegir su próximo presidente el 5 de noviembre, pero el resultado dependerá de los votantes en siete estados clave. Zonas urbanas y rurales de Wisconsin, trabajadores de servicios en Las Vegas (Nevada), latinos en Arizona, afroamericanos en Georgia, comunidades árabes en Míchigan, mujeres de los suburbios de Charlotte (Carolina del Norte), y casi toda la población de Pensilvania son los grupos decisivos que podrían determinar el rumbo de la Casa Blanca.
Aunque más de 158 millones de estadounidenses votaron en 2020, y Joe Biden obtuvo una ventaja de siete millones de votos, una pequeña cantidad de votantes en tres estados (Georgia, Arizona y Wisconsin) podría haber cambiado el resultado a favor de Donald Trump. Este precedente, junto con el de 2016 cuando Trump ganó por un estrecho margen en tres estados, tiene a ambos partidos concentrados en ganar estos territorios clave.
Kamala Harris, candidata demócrata, busca convertirse en la primera mujer presidenta de Estados Unidos. Por otro lado, Trump, el expresidente republicano, aspira a regresar al poder, algo que no sucede desde 1892 cuando Grover Cleveland recuperó la presidencia tras perderla.
El Colegio Electoral, compuesto por 538 votos, determina al ganador, con 270 necesarios para asegurar la presidencia. Harris cuenta con una ventaja proyectada de 226 votos electorales mientras que Trump tendría 219, dejando 93 votos en juego, repartidos en los estados de Pensilvania, Georgia, Carolina del Norte, Míchigan, Arizona, Wisconsin y Nevada.
La importancia de estos estados radica en su tendencia de cambiar de partido con pequeños movimientos en las preferencias electorales. A estos estados se les conoce como "pendulares" o "swing states", y cada uno juega un papel crucial en las posibles combinaciones de votos que llevarían a la victoria a uno de los dos candidatos. Trump necesita recuperar territorios como Pensilvania y Georgia, mientras que Harris confía en el "Muro Azul" —Pensilvania, Míchigan y Wisconsin—, que ha sido decisivo en las últimas elecciones.
A medida que se acercan las elecciones, los sondeos muestran una competencia muy reñida. Harris lidera levemente en estados como Wisconsin, Míchigan y Pensilvania, mientras que Trump tiene una ligera ventaja en Arizona y Georgia. Con márgenes tan estrechos, cualquier cambio podría ser crucial.
Fuente: El País