Estados Unidos
La Cámara de Representantes de Estados Unidos rechazó el miércoles una propuesta presentada por el presidente de la cámara, Mike Johnson, que buscaba vincular un financiamiento temporal del gobierno federal con la exigencia de que los estados solicitaran una prueba de ciudadanía a quienes se registraran como votantes.
Aún no está claro cuáles serán los próximos pasos para asegurar los fondos necesarios para el gobierno, ya que los legisladores no han finalizado las 12 iniciativas de ley de asignaciones presupuestarias que financiarán a las agencias federales durante el próximo año fiscal. Por ello, se necesitará aprobar una medida provisional antes del 1 de octubre para evitar una paralización parcial del gobierno cuando inicie el nuevo año fiscal.
El proyecto de ley fue rechazado con 220 votos en contra y 202 a favor. Catorce republicanos se unieron a la mayoría de los demócratas para oponerse a la propuesta, aunque tres demócratas votaron a favor. Tras la votación, Johnson expresó su decepción y señaló que buscaría una alternativa para evitar el cierre gubernamental, aunque no brindó detalles sobre su estrategia.
“Estamos trabajando en una nueva propuesta”, declaró Johnson. “Ya estamos en conversaciones con nuestros colegas sobre las posibles soluciones, y comenzaremos a trabajar de inmediato para corregir la situación”.
Johnson había retirado la propuesta la semana anterior, al no contar con el apoyo necesario entre los republicanos. Durante el fin de semana, intentó lograr consenso dentro de su partido, pero no pudo superar las objeciones de algunos miembros sobre los niveles de gasto, mientras que otros insistieron en que se aprobara cada una de las 12 iniciativas de ley presupuestarias de manera individual y a tiempo. Los demócratas, en su mayoría, se opusieron a la medida.
La exigencia de una prueba de ciudadanía para los nuevos votantes se ha convertido en una prioridad clave para los republicanos, quienes argumentan que es necesario evitar que no ciudadanos voten, a pesar de que la ley ya prohíbe dicha práctica y las investigaciones han demostrado que estos casos son extremadamente raros.
Los opositores al proyecto de ley sostienen que este requisito podría despojar del derecho al voto a millones de ciudadanos estadounidenses que no disponen de un certificado de nacimiento o pasaporte al momento de registrarse, especialmente en campañas de inscripción que se realizan en escuelas, iglesias o centros comunitarios.
A pesar de ello, Johnson insistió en que incluso un pequeño porcentaje de votos de no ciudadanos podría alterar el resultado de una elección disputada. Citó como ejemplo la elección de 2020 en Iowa, donde la representante republicana Mariannette Miller-Meeks ganó su escaño por solo seis votos.
“Es un problema serio, y por eso vamos a hacer lo correcto”, afirmó Johnson. “Vamos a financiar al gobierno de manera responsable y a asegurarnos de que solo los ciudadanos estadounidenses voten en nuestras elecciones”.
Fuente: AP