Brasil
El expresidente Jair Bolsonaro lideró un multitudinario acto en la emblemática avenida Paulista de São Paulo, utilizando el Día de la Independencia como escenario para lanzar duras críticas contra el juez del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes. Durante su discurso, Bolsonaro defendió el inicio de un proceso de impeachment contra el magistrado, quien fue responsable de su inhabilitación política, y se posicionó como el líder indiscutible de la oposición de derecha ante el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
Bolsonaro logró reunir a varias figuras clave del espectro político conservador, incluyendo al gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, considerado uno de los principales contendientes presidenciales para 2026, y al alcalde de la capital paulista, Ricardo Nunes. También estuvieron presentes figuras religiosas y parlamentarias influyentes, como el pastor Silas Malafaia.
En su intervención, el exmandatario reafirmó su apoyo a la amnistía de los condenados por los ataques del 1 de agosto y expresó su confianza en que el Congreso revierta su inelegibilidad política. Además, reiteró que considera a De Moraes un "dictador", acusándolo de hacer más daño a Brasil que el propio Lula.
"Espero que el Senado frene a Alexandre de Moraes, este dictador que está destruyendo Brasil", afirmó Bolsonaro ante la multitud, enfatizando su convicción de que el país no vive en una democracia real.
En el plano electoral, Bolsonaro destacó la importancia de las elecciones municipales del próximo 5 de octubre, donde la contienda en São Paulo será clave para definir el futuro político de su movimiento. El empresario Pablo Marçal, visto por algunos como un potencial sucesor de Bolsonaro, está en una cerrada competencia con Nunes y Guilherme Boulos, este último apoyado por Lula.
En otro tramo de su discurso, Bolsonaro se describió como una "falla del sistema", buscando alinear su figura con líderes populistas como Donald Trump y el argentino Javier Milei. Según una fuente cercana a Bolsonaro, "no necesita reinventarse; ya es quien es por lo que ha hecho. La oposición a Lula está en sus manos o en las de quien él designe".
Por otro lado, la confrontación entre De Moraes y el empresario tecnológico Elon Musk sigue escalando, luego de que el gobierno brasileño decidiera bloquear las cuentas de Starlink en el país, profundizando la disputa por el control de las redes sociales y la libertad de expresión.
El ministro Flávio Dino, del STF, salió en defensa de De Moraes, afirmando: "Alexandre de Moraes es un juez valiente e independiente, comprometido con la defensa de una patria justa y democrática en los términos de nuestra Constitución".
Este conflicto entre Bolsonaro, el poder judicial, y otros actores clave de la política y la tecnología en Brasil promete seguir marcando la agenda política en los próximos meses.
Fuente: La Política Online