El domingo, un día antes de lo previsto, Ecuador inició un racionamiento de energía en 12 de sus 24 provincias debido a una sequía hídrica que el gobierno del presidente Daniel Noboa califica como una de las más severas en seis décadas.
Según fuentes gubernamentales, el país ha estado lidiando con esta crisis durante aproximadamente 71 días, una situación que se ha visto agravada por más de 1,330 incendios reportados en el último mes y por la alta dependencia de agua del país.
Tras una reunión del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional y una evaluación técnica exhaustiva de la situación en cada provincia, el gobierno decidió implementar cortes de electricidad en áreas específicas para proteger los recursos hídricos. Estos apagones, que comenzaron el domingo, tendrán una duración de nueve horas y afectarán a las provincias de la región Andina y la Amazonía.
Las autoridades han anunciado que estas suspensiones de energía se mantendrán hasta el 27 de septiembre.
Además de la crisis energética, Ecuador enfrenta una grave crisis hídrica, con el embalse de Mazar, uno de los más importantes del país, a solo cinco metros de su nivel crítico, según la ministra de Medio Ambiente.
Esteban Santos, analista internacional, comentó en el programa La Mañana de NTN24 que las crisis de agua y energía en Ecuador no son exclusivamente responsabilidad del actual gobierno, sino problemas heredados de administraciones anteriores. “Estamos enfrentando un cúmulo de problemas que ahora los ecuatorianos estamos sufriendo”, afirmó.
Santos agregó que es crucial tomar medidas a largo plazo para asegurar la independencia y solvencia del país en el suministro básico de energía.
Fuente: NTN24