Diosdado Cabello niega reuniones internacionales de Maduro sobre crisis poselectoral

 

Venezuela

El influyente dirigente chavista y ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, negó este miércoles que el presidente Nicolás Maduro tenga programadas reuniones con sus homólogos de Brasil, Colombia y México para abordar la situación poselectoral en Venezuela.

Las declaraciones de Cabello surgieron en respuesta a lo afirmado por el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, quien sugirió el martes la posibilidad de una reunión virtual entre Maduro, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el colombiano Gustavo Petro. Ambos mandatarios han encabezado iniciativas para facilitar el diálogo entre el gobierno venezolano y la oposición, luego de los disputados comicios del 28 de julio, en los que Maduro fue reelegido en medio de acusaciones de fraude electoral.

"Este señor (Murillo) cree que puede inmiscuirse en asuntos que solo competen a los venezolanos", criticó Cabello durante su programa semanal. "Él no es el canciller de Colombia, parece más bien el canciller de Estados Unidos en Colombia", añadió, desestimando la autoridad de Murillo en la coordinación de reuniones internacionales sobre Venezuela.

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Cabello subrayó que la situación venezolana es un asunto que deben resolver "los venezolanos y las venezolanas", refiriéndose a los intentos de otros países de mediar en la crisis. "Incluso el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho que no tiene ninguna reunión prevista", sostuvo, aludiendo a declaraciones recientes del mandatario mexicano, quien en un principio había mostrado mayor participación en los esfuerzos de mediación, pero ha tomado distancia en los últimos meses.

El martes, Lula y Petro manifestaron su "profunda preocupación" por la orden de detención emitida contra Edmundo González Urrutia, principal rival de Maduro en las elecciones de julio. La semana pasada, Lula había endurecido su postura al afirmar que no reconocía la victoria de Maduro, alineándose con otros gobiernos de la región, Estados Unidos y la Unión Europea, que también cuestionan los resultados de los comicios.

Fuente: Nación