Claudia Sheinbaum promete reducir la pobreza extrema en México en los próximos seis años

 
México

Claudia Sheinbaum, presidenta electa de México, ha reafirmado su compromiso de combatir la pobreza extrema en el país, con la meta de reducir significativamente el número de personas que viven en esta condición.

Julio Berdegué, quien asumirá como secretario de Agricultura y Desarrollo Rural a partir del 1 de octubre, declaró que actualmente hay 6.2 millones de personas en situación de pobreza extrema por ingresos, y el objetivo es reducir esa cifra a 500 mil en los próximos seis años. Este plan será implementado a través de una estrategia que combina el crecimiento económico, inversiones, y la puesta en marcha de tres nuevos programas de bienestar.

Uno de los enfoques centrales de estos programas es el fomento de la agricultura a pequeña escala, que será apoyado por un ambicioso proyecto de tecnificación de riego. "Vamos a implementar el mayor proyecto de tecnificación de riego en la historia de México, con el que se tecnificarán cientos de miles de hectáreas en los próximos seis años", afirmó Berdegué. Este esfuerzo no solo permitirá enfrentar la crisis hídrica, sino que también generará decenas de miles de empleos en el campo mexicano.

Berdegué destacó que la transformación que vive México bajo el liderazgo de Sheinbaum se basa en el principio de "primero los pobres". Este enfoque, añadió, será clave para erradicar el hambre en el país.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), entre 2020 y 2022, la población rural con dificultades para acceder a una alimentación nutritiva se redujo un 12.6%, mientras que a nivel nacional la disminución fue del 14.8%. Además, la proporción de personas con ingresos por debajo de la línea de pobreza extrema se redujo un 17.9% en áreas rurales y un 10.4% en todo el país durante los primeros cuatro años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Los avances en la lucha contra la pobreza extrema y el hambre, explicó Berdegué, se deben a una reorientación significativa de las políticas económicas, laborales y de inversión pública, que han puesto el bienestar del pueblo en el centro de las decisiones.