28J el inicio de la transición en Venezuela

 

Por Raniero Cassoni

Venezuela vive desde hace dos décadas un autoritarismo competitivo que ha ido evolucionando al totalitarismo, desde el ascenso de Nicolas Maduro. La creación de seudoleyes que impuso el Madurismo para limitar las funciones de la Asamblea Nacional y abrogarse la función legislativa, es la mejor demostración de totalitarismo. Desde entonces el recrudecimiento de la dictadura ha ido en ascenso con algunas concesiones para parecer una democracia. 

Con la presión internacional sobre el conflicto venezolano, y la necesidad de ganar legitimidad electoral, Nicolas Maduro convoca a una Asamblea Nacional Constituyente, con el objeto de ilegalizar a la Asamblea Nacional que entonces era liderada (por Julio Borges. Como consecuencia la instalada para agosto de la ANC, no tuvo el reconocimiento internacional. 

En el año 2018 fueron convocadas las elecciones presidenciales que no contaron con la participación de la oposición política, que lideraba la Asamblea Nacional y que pedía garantías para poder participar. 

Las elecciones se celebraron sin el aval internacional y siendo desconocidas por el pleno de la Organización de los Estados Americanos. Al desconocer la elección del 2018 se presentó la disyuntiva de quien gobernaría a Venezuela, con el reconocimiento internacional, siendo la Asamblea Nacional el único poder con legitimidad. 

En enero de 2019 se juramenta una nueva directiva que le daba a Juan Guaidó la presidencia de la Asamblea Nacional y el 5 de enero, correspondía la juramentación del nuevo presidente. El poder legislativo para entonces estaba entre la legitima Asamblea Nacional electa en el año 2015 para un periodo de 5 años, y la entidad supralegal de la Asamblea Nacional Constituyente cuyo periodo nunca estuvo claro. De las dos, solo el poder legislativo electo en 2015 contaba con el reconocimiento internacional.

Las condiciones eran propicias para que la juramentación como presidente interino de Juan Guaidó contara con el aval internacional. Sin embargo, la propuesta de los diputados del 2015 no fue acompañada por las Fuerzas Armadas de Venezuela, quienes se apegaron al gobierno de Nicolas Maduro.  

Desde entonces el poder internacional de Nicolas Maduro fue disminuyendo, mientras fue perdiendo el control de activos del Estado venezolano, Por su parte, Guaidó terminó perdiendo legitimidad por ser un presidente sin ejército, por ende, sin capacidad para ejercer poder en el país. 

Este es, en breves palabras la descripción del conflicto de Venezuela, que para el 2020 tenía 2 poderes legislativos, 2 poderes judiciales, 2 presidentes, pero uno tenía el monopolio de facto de la violencia y otros contaba con el apoyo internacional. Al final, el control del territorio se impuso sobre las relaciones internacionales, porque vino acompañado con la perdida de legitimidad al finalizar el periodo del poder legislativo electo en 2015. 

Las sanciones y la pérdida del manejo de activos del Estado venezolano en el exterior fueron los incentivos que movilizaron al gobierno de Maduro, a sentarse a negociar con la oposición representada en la Plataforma de Unidad Democrática, con la intermediación principalmente del Reino de Noruega. 

Esta negociación que contó con el apoyo de varios países, trajo como consecuencias la liberación y exilio de algunos presos políticos, la liberación de Alex Saab y el restablecimiento de la vía electoral con un mínimo de condiciones que garantizarán la participación de la oposición.  

Luego de dos años sin una ruta política clara por parte de la oposición que, subsumida en la búsqueda de una salida, se encontraba en proceso de reconstrucción interna, mientras que, la protesta social se multiplicaba por reivindicaciones salariales y servicios. Al mismo tiempo, los restos del otrora chavismo iniciaba una cacería interna por el control del poder político del oficialismo, que trajo como consecuencia la  detención de Tarek El Aissami y miembros de su equipo político por corrupción. 

En el 2023, contra todo pronóstico la oposición logra realizar unas primarias (que estuvieron sometidas a una presión por parte del gobierno nacional para que no se realizasen. A pesar de eso, con una participación de casi 3 millones de electores, se eligió a María Corina Machado como la candidata de la oposición. 

En paralelo podíamos observar en las investigaciones que se realizaban en Venezuela una voluntad de cambio del gobierno, aún sin definir el tipo de liderazgo que quería, pero sí algo diferente a Nicolas Maduro. Estamos hablando de 60% a 70% según encuestas como ORC Consultores, Delphos y Datin Corp, por mencionar algunas. 

La dispersión del liderazgo opositor que se diluía entre varios actores se consolida en una sola opción con la elección de María Corina Machado, a quien el gobierno de Nicolas Maduro no quería enfrentar desde hace tiempo, y por eso impuso sobre ella una inhabilitación política sin haber manejado en ningún momento fondos públicos. La sanción fue realizada por el entonces Contralor General de la República, Elvis Amoroso, quien luego fuera seleccionado por la Asamblea Nacional controlada por el madurismo.

Debido a esta inhabilitación, en el proceso de inscripción de los candidatos para las elecciones presidenciales a llevarse a cabo en 2024, se prohíbe la inscripción de María Corina Machado, y se procede a seleccionar una candidata reemplazo: Corina Yoris. Una profesora y doctora en filosofía sin experiencia en lo público y menos en a la actividad política, su aproximación se origina por su participación como rectora del proceso primarias, invitada por su trayectoria académica. Sin explicación por parte del CNE, no se permitió su inscripción y de ninguna otra, hasta que el Poder Electoral no validará su perfil. 

Minutos antes de finalizar el periodo de inscripción y ante la negativa de inscribir a cualquier postulado por la Plataforma de Unidad, Manuel Rosales logra su inscripción a través de su partido y posterior al proceso de inscripción, la unidad logra con autorización del CNE, inscribir a un candidato tapa que es Edmundo González Urrutia. 

Este proceso que conllevó una pequeña crisis interna que pudo ser solventado con una decisión unitaria en respaldo al candidato Edmundo González Urrutia. 

La campaña inició con la movilización por toda Venezuela de María Corina Machado y algunas apariciones especiales de Edmundo González Urrutia. En la otra acera, Maduro aprovechaba todos los recursos disponibles, incluyendo los recursos propios del Estado y sus instituciones. En síntesis, como dijo el consultor político Edgard Gutiérrez, “Venezuela vive una campaña que no es campaña”.

Edmundo González no tenía vallas (vallas, plural. No es solo una), no hubo tarimas en sus eventos, cada servicio, restaurante u hotel que visitaron en campaña, era cerrado. Las carreteras eran obstaculizadas para no permitir el tránsito y el uso de vuelos era prohibido o acosaban la presencia del candidato. Todo lo que enfrentaron María Corina Machado y el candidato fueron obstáculos para impedir su campaña, en los medios de comunicación la líder de la oposición y muchos dirigentes tienen un veto desde hace más de 3 años, mientras el candidato tuvo una participación discreta.

Paulatinamente el Consejo Nacional Electoral por un lado y la Cancillería de Venezuela iniciaron un proceso de cancelación de invitaciones a observadores internacionales. El primero fue la delegación de la Unión Europea, luego las críticas que realizara la izquierda sobre la necesidad de aceptar el resultado electoral. Esto hizo que la Cancillería negará la acreditación a Alberto Fernández, expresidente de Argentina, a la delegación colombiana y a la brasileña, está última fue reconsiderada por la situación acaecida con el expresidente miembro de IDEA que fue rechazado pese a contar con invitación de la oposición. 

Las alarmas de una posible negación de resultados estuvieron presentes por declaraciones de Maduro y su círculo más cercano, con la actuación del Consejo Nacional Electoral que colocaba trabas a la participación de testigos electorales. Durante la jornada de totalización hubo reporte de expulsiones de representantes acreditados y con dificultad de obtener el acta de totalización, sin embargo, eso no fue impedimento para adquirir el 83,5% de las actas que están totalizados en la página web www.resultadosconvzla.com. 

El Consejo Nacional Electoral proclamó ganador a Nicolas Maduro sin presentar resultados detallados, han transcurrido más de 14 días sin la presencia de los datos que acreditan la victoria. El Centro Carter quien fuera un grupo reconocido por el CNE y las Fuerzas Armadas como una institución creíble para observar la elección, fue contundente en explicar el proceso y en declaraciones de su personal, dan validez a las actas presentadas por la oposición. 

En Venezuela la historia se escribe día a día con un dinámico ritmo, pero lo sucedido el 28 de Julio, ha marcado el inicio de un proceso de transición del cambio político en Venezuela. 


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