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La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, ha dado un paso contundente al ordenar este miércoles la denuncia del tratado de extradición con Estados Unidos, tras criticar lo que calificó como una intolerable injerencia norteamericana en la política interna de su país.
El proceso de denuncia o retiro de un tratado internacional, ya sea bilateral o multilateral, permite a un Estado cesar el compromiso internacional previamente adquirido.
"Denunciar este tratado es un golpe mortal a la extradición, es eliminarla por completo, enviando el mensaje a Estados Unidos de que Honduras podría convertirse en un terreno fértil para el narcotráfico", afirmó el diputado nacionalista Tomás Zambrano.
Zambrano también cuestionó las motivaciones del partido Libre, preguntándose por qué buscan detener la extradición y mencionando la falta de acciones respecto a las últimas solicitudes de extradición.
La respuesta de la presidenta hondureña se produjo tras las declaraciones de la embajadora de Estados Unidos en Tegucigalpa, Laura Dogu, quien expresó la preocupación de su gobierno por una reunión entre autoridades de Defensa de Honduras y el sancionado ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López.
Dogu señaló que José Zelaya, ministro de Defensa, y Roosevelt Hernández, jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras, se reunieron en Venezuela con un "narcotraficante", en referencia al encuentro con Padrino López.
A través de sus redes sociales, la presidenta Castro condenó lo que consideró una injerencia y un intervencionismo por parte de Estados Unidos, afirmando que su país no aceptará que su política sea dirigida desde la embajada estadounidense o por sus representantes.
"Atacan, ignoran y violan impunemente los principios del derecho internacional, que abogan por el respeto a la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, así como por la no intervención y la paz universal. Basta", escribió la mandataria.
Con base en la Constitución de Honduras y los tratados internacionales, Castro instruyó al canciller Enrique Reina a proceder con la denuncia del tratado de extradición con Estados Unidos.
El canciller Reina también se pronunció, calificando de "insoportable" el irrespeto y la injerencia de la embajadora Dogu. Subrayó que insinuar o descalificar a las autoridades hondureñas es una amenaza directa a la independencia y soberanía del país.
Por su parte, José Zelaya, a través de la plataforma X, reiteró que tanto la Secretaría de Defensa como las Fuerzas Armadas de Honduras son respetuosas del Derecho Internacional, y recalcó que no se puede juzgar ni a Estados Unidos ni a Venezuela en estas circunstancias. Añadió que en el pasado han participado en reuniones con autoridades estadounidenses, destacando que estos encuentros se han desarrollado con la comprensión de que Estados Unidos también enfrenta desafíos relacionados con el narcotráfico dentro de su territorio.
Fuente: La Prensa
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