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El gobierno de Santiago Peña ha comenzado a reconsiderar su postura crítica hacia la Unión Europea. La próxima cumbre de cancilleres del Mercosur, que se llevará a cabo el lunes en Montevideo, abordará temas cruciales, incluyendo el futuro del acuerdo de libre comercio entre el bloque sudamericano y Bruselas. El acuerdo se encuentra estancado debido a las exigencias medioambientales de la UE, y Paraguay está moderando sus objeciones a la adenda propuesta por los negociadores europeos.
La Cancillería paraguaya aún no ha revelado su posición oficial para la cumbre en Montevideo, pero Brasil y Uruguay están presionando para que se reanuden las negociaciones del tratado que ha sido postergado. Fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores indicaron que esta reunión preliminar no tomará decisiones vinculantes para los países del Mercosur.
La agenda anti-China del presidente estadounidense Joe Biden está siendo utilizada por Peña para enfriar las tensiones con Ostfield. "Esta es la primera reunión bajo la presidencia pro témpore de Uruguay. Las negociaciones con la UE se detuvieron a petición de ellos debido a las elecciones parlamentarias", explicó una fuente oficial. En julio, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se reunió en Roma con el presidente italiano Sergio Mattarella y destacó la necesidad de cerrar el acuerdo entre la UE y el Mercosur. Un mes antes, Lula había hecho lo mismo junto a Giorgia Meloni y Olaf Scholz.
Lula ha solicitado que el acuerdo sea equilibrado y beneficie a ambas regiones, pero subrayó que el progreso de las negociaciones depende de que la UE resuelva sus diferencias internas. También ha criticado las decisiones unilaterales que podrían afectar a los productores brasileños, en referencia a las exigencias medioambientales de Bruselas.
Desde que asumió la presidencia pro témpore, Peña ha priorizado acercar al bloque a otros continentes y ha relegado las conversaciones con la UE. Sin embargo, antes de que Paraguay asumiera el mando, Brasil y España habían avanzado en la resolución del estancamiento en las negociaciones.
El presidente de la Unión de Gremios del Paraguay (UGP), Héctor Cristaldo, advirtió que si otros países del bloque intentan presionar a Peña para que haga concesiones a la UE, esto podría indicar que la Cancillería paraguaya mantiene una posición firme. Los productores locales se oponen a las demandas medioambientales y laborales adicionales impuestas por la UE.
"Esperamos que la presión no se convierta en extorsión", comentó Cristaldo. Aunque aún no existe una línea oficial sobre las futuras negociaciones, el Ministerio de Industria y Comercio está cumpliendo con el Reglamento 1115 de Bruselas, que requiere a los proveedores un sistema de trazabilidad socioambiental para asegurar a los consumidores sobre la calidad de los productos.
El viceministro de la Red de Inversiones y Exportaciones (Rediex), Rodrigo Maluff, afirmó que Paraguay está actualizando su cadena productiva para garantizar que en 2025 siga exportando soja, carne, cuero y otros productos al mercado europeo.
Fuente: La Política Online
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