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Nicolás Maduro intensifica su enfrentamiento con las redes sociales en medio de la aguda crisis poselectoral que sacude a Venezuela. Este lunes, el presidente acusó a los directivos de TikTok de querer provocar una guerra civil en el país. “TikTok es profundamente inmoral. Acuso a sus directivos y propietarios a nivel global de querer una guerra civil en Venezuela y de apoyar el fascismo en América Latina y en el mundo”, expresó durante una reunión con líderes de instituciones estatales. TikTok es propiedad del multimillonario chino Zhang Yiming.
Maduro, quien durante la campaña había utilizado activamente TikTok, criticó a la plataforma por haberle "cortado el aire" y suspendido su capacidad para realizar transmisiones en vivo. Según Maduro, esto ocurrió después de que mostrara una exposición del fiscal general, Tarek William Saab, sobre la violencia generada por las protestas electorales, que hasta ahora han dejado 25 muertos y más de 2.400 detenidos. “Quiero decirles a los delincuentes e inmorales de TikTok que la violencia proviene de ustedes. Todos esos videos provienen de TikTok”, afirmó el presidente.
El triunfo de Maduro, anunciado por las autoridades electorales sin presentar pruebas creíbles el 28 de julio, no ha sido aceptado por gran parte de la comunidad internacional. La oposición ha publicado en internet la mayoría de las actas, que otorgan una amplia victoria al opositor Edmundo González, con el 67% de los votos. Maduro alegó que en los días posteriores a las elecciones, cuando se produjeron las mayores protestas, TikTok transmitió en vivo “asaltos a hospitales, centros de salud, escuelas, plazas públicas y alcaldías”.
Anteriormente, el presidente había ordenado el bloqueo de la red social X, antes conocida como Twitter, por diez días y ha instado a los venezolanos a desinstalar WhatsApp y cambiarse a Telegram o WeChat. La Asamblea Nacional venezolana, dominada por el chavismo, está promoviendo una reforma de la ley contra el odio para regular las redes sociales, una ley que ha sido utilizada para perseguir a la oposición.
Fuente: El País
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