Brasil
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha tomado la decisión de expulsar a la embajadora de Nicaragua en Brasil, Fulvia Castro Matus, en respuesta a la expulsión del embajador brasileño en Nicaragua, Breno De Souza Brasil Dias Da Costa. Ortega había ordenado la salida del embajador brasileño debido a su ausencia en un evento partidario, lo que llevó a Brasil a tomar medidas recíprocas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil confirmó la decisión a través del periódico local Folha de S. Paulo. Según un comunicado oficial del régimen nicaragüense, la expulsión de Castro Matus y del embajador brasileño se realizó simultáneamente el jueves. Además, el régimen anunció que Castro Matus asumirá el cargo de Ministra de Economía Familiar Comunitaria Cooperativa y Asociativa (MEFCCA) en Nicaragua tras su llegada.
Esta decisión también señala el fin del mandato de la anterior titular del MEFCCA, Justa Pérez, quien, junto a otros funcionarios, está siendo investigada por la Dirección de Investigaciones Económicas de la Policía, según reporta CONFIDENCIAL.
La orden para que el embajador brasileño abandonara Nicaragua fue emitida hace 15 días. Un alto funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil indicó que la decisión se tomó porque el diplomático no asistió al acto conmemorativo del 45 aniversario de la revolución sandinista el 19 de julio, como había sido requerido por el régimen. “El diplomático brasileño estaba siguiendo instrucciones de Itamaraty para no participar en eventos políticos organizados por el régimen”, explicó el funcionario.
La embajadora Fulvia Castro Matus, quien asumió su puesto hace apenas dos meses y medio, es originaria de Matagalpa y fue secretaria política del Frente Sandinista. La vicepresidenta Rosario Murillo la describió en mayo de 2024 como una figura destacada en la red de voluntariado social y cultural de Nicaragua.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil intentó revertir la decisión de Ortega sin éxito. Según un interlocutor del ministerio, la decisión de Managua fue definitiva, y se espera que el embajador brasileño abandone Nicaragua el jueves. El gobierno de Lula había estado evaluando su respuesta ante la expulsión y optó por corresponder con la salida de la diplomática nicaragüense.
Las relaciones diplomáticas entre Nicaragua y Brasil se han deteriorado desde junio de 2023, cuando Lula intentó interceder por la liberación del obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, quien fue preso político bajo el régimen orteguista durante más de 500 días antes de ser desterrado al Vaticano en enero de 2024. Lula había señalado anteriormente que Ortega ni siquiera respondió a una llamada del cardenal Pietro Parolin, enviado del Papa, durante una visita a Brasilia en abril.
Fuente: Confidencial