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El telescopio espacial Gaia, uno de los avances más significativos en la astronomía reciente, ha enfrentado una serie de desafíos inesperados. Lanzado por la Agencia Espacial Europea (ESA) el 19 de diciembre de 2013, Gaia tiene como misión principal crear un detallado mapa tridimensional de nuestra galaxia, la Vía Láctea, que incluirá la velocidad y posición de aproximadamente mil millones de estrellas.
El objetivo de Gaia es permitir a los astrónomos estudiar la dinámica estelar y otros cuerpos en nuestra galaxia, además de ofrecer una visión de objetos extragalácticos como cuásares. Este catálogo de datos no solo pretende ayudar a comprender la formación y evolución de la Vía Láctea, sino también a proporcionar información crucial sobre la distribución de la materia en el universo.
Sin embargo, el telescopio ha experimentado recientemente una serie de contratiempos. Primero, en abril de este año, Gaia fue impactado por un micrometeorito de alta velocidad que dañó uno de sus instrumentos de captura de luz. Apenas unas semanas después, el telescopio se vio afectado por una tormenta solar que provocó problemas en su sistema eléctrico, incluyendo fallos en el software encargado de filtrar datos falsos positivos.
Estos eventos obligaron al equipo de ingenieros de la ESA a intervenir para corregir los problemas. El micrometeorito y la tormenta solar causaron que el sistema eléctrico del telescopio confundiera señales electromagnéticas externas con sus propias señales, afectando su capacidad para detectar e identificar objetos astronómicos de manera precisa.
A pesar de estos desafíos, el equipo de Gaia, compuesto por ingenieros, astrónomos y físicos, ha trabajado arduamente para resolver los problemas. Tras varios meses de intensas reparaciones y ajustes, el telescopio ha reanudado sus observaciones y continúa contribuyendo a la misión que lo llevó al espacio hace más de una década.
El telescopio Gaia sigue enviando a la Tierra unos 25 gigabytes de datos diarios, los cuales son esenciales para la creación del mapa tridimensional de la galaxia y para el avance de modelos cosmológicos que describen la estructura del universo. La recuperación de Gaia es un testimonio de la resiliencia y adaptabilidad de la tecnología espacial frente a los imprevistos del entorno cósmico.
Fuente: Meteored