Brasil
La Policía Federal (PF) de Brasil llevó a cabo este jueves una nueva operación con arrestos y allanamientos dirigidos contra sospechosos de participar en una supuesta trama de espionaje ilegal de figuras políticas y periodistas durante el gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022).
Según un informe de la investigación difundido por el juez del Supremo Tribunal Federal (STF), Alexandre de Moraes, entre las personalidades vigiladas se encuentran el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, y su antecesor, Rodrigo Maia. Moraes, frecuente objetivo de la ira de Bolsonaro por haber ordenado varias investigaciones contra él y su entorno, también fue uno de los espiados, junto con otros tres jueces del STF, incluido su actual presidente, Luis Roberto Barroso. La lista menciona además al exgobernador del estado de São Paulo, João Doria, y a periodistas como Mônica Bergamo del diario Folha de S. Paulo y Vera Magalhães del diario O Globo.
Rodrigo Maia reaccionó a la noticia calificando el espionaje como un "comportamiento de un gobierno totalitario y criminal, digno de las peores dictaduras".
La operación, la cuarta en el marco de este caso, cumplió con "cinco mandatos de prisión preventiva y siete órdenes de allanamiento" en cinco estados brasileños, incluida la capital, Brasilia. Los arrestos involucraron a policías de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) e influenciadores digitales sospechosos de expandir desinformación.
Los detenidos son acusados de integrar una "organización criminal" que creó "perfiles falsos" de autoridades y periodistas para difundir noticias falsas y acceder ilegalmente a computadoras y teléfonos. Los recursos de la Abin se habrían utilizado para vigilar a las autoridades con el objetivo de obtener ventajas políticas y desestabilizar las instituciones republicanas.
Aunque no lo involucra directamente, el escándalo de espionaje afecta a Bolsonaro. En febrero, la PF registró una casa de playa vinculada a su familia en Angra dos Reis, cerca de Río de Janeiro. Los agentes también investigaron inmuebles relacionados con Carlos Bolsonaro, hijo del expresidente, señalado en la investigación como parte del "núcleo político" de la trama criminal.
Carlos Bolsonaro, sospechoso de coordinar un "gabinete del odio" encargado de denigrar a opositores en redes sociales, negó las acusaciones en su cuenta en la red social X, afirmando que "nunca han mostrado ninguna prueba".
El juez Moraes afirmó que policías federales y agentes de inteligencia formaban una "estructura paralela" bajo el comando de Alexandre Ramagem, exdirector de la Abin y actual diputado. El senador Flavio Bolsonaro, otro hijo del expresidente, denunció en X un intento de "perjudicar la candidatura" de Ramagem, quien aspira a la alcaldía de Río de Janeiro en las próximas elecciones.
El escándalo estalló en octubre con el arresto de dos funcionarios de la Abin, acusados de utilizar sin autorización el software de espionaje israelí FirstMile, adquirido poco antes de la llegada al poder de Bolsonaro. Este programa permite rastrear la geolocalización de celulares.
Bolsonaro, con varios frentes abiertos con la justicia, se declara víctima de una "persecución". "Quieren mi cabeza", afirmó tras la operación policial de febrero. La semana pasada, la PF recomendó su imputación por un supuesto desvío de joyas regaladas por países extranjeros durante su mandato. Además, es investigado por la supuesta falsificación de certificados de vacunas anticovid, la invasión de las sedes del poder en Brasilia en enero de 2023 por sus seguidores y un presunto plan de golpe de Estado.
Fuente: El Universal