Nicaragua
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha consolidado un grupo selecto de embajadores de confianza, destacándose en los continentes de Asia y África. Cinco embajadores clave manejan múltiples cargos diplomáticos, reflejando la estrecha relación con el régimen orteguista.
Alba Azucena Torres, embajadora en Rusia, y Sabra Amari Murillo Centeno, en Alemania, encabezan la lista con nueve y siete cargos respectivamente, evidenciando su proximidad directa con Ortega y Murillo. Sin embargo, esta designación no está exenta de controversias diplomáticas, como el rechazo de algunos países a embajadores concurrentes en vecinos estratégicos, incrementando así los costos diplomáticos.
Torres, reconocida poeta y escritora, ha representado a Nicaragua en acuerdos significativos con Rusia desde antes de su designación como embajadora en 2022. Por su parte, Murillo Centeno, arquitecta de formación y exfuncionaria de Albanisa, gestiona representaciones ante diversas organizaciones internacionales desde Viena.
Mohamed Farrara Lashtar, sobrino del exdictador libio Muamar Gadafi, sirve como embajador en Kuwait y otros países de Medio Oriente, acumulando siete cargos diplomáticos. Su trayectoria incluye roles destacados en Nicaragua desde finales de los años 80 y asociaciones con medios y empresas locales.
Maurizio Gelli, embajador en España y varios países europeos, ha sido objeto de atención por su pasado vinculado a la mafia siciliana, aunque ha mantenido una carrera diplomática bajo distintos gobiernos nicaragüenses desde 2005.
Luis Andino, con cuatro embajadas bajo su responsabilidad, representa una excepción por su origen como líder estudiantil universitario antes de entrar en la diplomacia, con roles en países de África Occidental.
La expansión reciente de embajadas en lugares estratégicos como Burkina Faso y Zimbabue, contrasta con el cierre de misiones en países como Alemania y Estados Unidos, sugiriendo movimientos geopolíticos y migratorios por parte del régimen. Los especialistas señalan que estas acciones buscan apoyo político y diplomático en un contexto internacional adverso para el gobierno orteguista.
Fuente: La Prensa