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La situación de pobreza en Argentina alcanzó niveles alarmantes, con un informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) revelando que el 55.5% de la población se encontraba en esta condición para el primer trimestre de este año, lo que equivale a unos 25 millones de personas.
Este dato representa un significativo aumento respecto al último registro oficial del segundo semestre de 2023, cuando el índice de pobreza se situaba en 41.7%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), que proporcionará datos actualizados en septiembre.
La UCA hizo público su informe poco después de que el Episcopado instara al gobierno de Javier Milei a distribuir miles de toneladas de alimentos almacenados desde que cesó la asistencia alimentaria a través de comedores comunitarios en diciembre, para ser auditados.
La indigencia también se incrementó, alcanzando el 17.5% en el primer trimestre según el Observatorio de la UCA, en contraste con el 9.6% reportado en el tercer trimestre de 2023.
Mientras que el INDEC calcula la pobreza basándose en ingresos, la metodología de la UCA es multidimensional e incluye el acceso a servicios esenciales, una diferencia crucial. Según el INDEC, la pobreza alcanzó su punto máximo en 2002 (65.5%), durante la crisis económica que siguió al colapso financiero de 2001, pero disminuyó gradualmente hasta 2017 (25.7%).
El Ministerio de Capital Humano, dirigido por Sandra Pettovello, enfrenta críticas luego de que la justicia ordenara la distribución de los alimentos almacenados, una orden que el ministerio ha apelado. A pesar de ello, se inició la distribución de aquellos alimentos próximos a vencer, mientras que el resto se reservará "para posibles emergencias", según el vocero presidencial, Manuel Adorni.
La economía argentina enfrenta una severa recesión que ha contribuido a la desaceleración de la inflación, aunque el último índice de abril aún la situó en un 8.8% mensual.
El poder adquisitivo se ha visto afectado por el aumento de los costos de los servicios esenciales, que han aumentado más del 300% en promedio durante el último trimestre debido a la desregulación de tarifas y a la reducción de subsidios. En la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, el precio del boleto de metro aumentó un 450% de mayo a junio, y los servicios de agua y electricidad se triplicaron en el mismo período.
Según el INDEC, una familia promedio necesitó aproximadamente 828 mil pesos en abril para cubrir gastos básicos de alimentos, salud y vivienda, lo que representa un aumento del 67% desde enero y del 300% en un año.
El salario mínimo en Argentina es de aproximadamente 234 mil 315 pesos, en una economía donde casi la mitad del empleo es informal.
Fuente: Plan Informativo
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