Bites
Ayer, los expertos del Servicio de Clima Espacial México, con sede en el Instituto de Geofísica de la UNAM, junto con el Laboratorio Nacional de Clima Espacial, también de la UNAM, dieron la voz de alarma sobre una espectacular llamarada solar.
La región activa AR3664, en el sol, desencadenó una fulguración solar de categoría X8.79 a las 10:51 horas, hora local de la Ciudad de México. Esta fue, indudablemente, la más potente del ciclo solar actual, arrojando sombras de preocupación sobre posibles efectos en la ionosfera del país.
La NOAA de Estados Unidos no se quedó atrás en la alerta, reportando que esta misma región solar había generado la tormenta geomagnética más intensa en casi una década, clasificada como un evento X8.7. Esta noticia hizo eco de la rareza y la magnitud del evento, subrayando que erupciones de esta magnitud no son comunes en absoluto.
La escala X, utilizada para medir la actividad solar, lleva consigo un peso significativo. En este caso, el número 8.79 indica la fuerza extrema de esta explosión solar.
La observación continúa, ya que la NASA ha señalado que la actividad persistente en la región de manchas solares 3664, que es aproximadamente 17 veces más grande que la Tierra, indica una actividad solar continua y sin pausa.
La explicación científica detrás de estas manchas solares nos recuerda la complejidad del sol: son áreas relativamente más frías que otras partes de la estrella, lo que las hace parecer más oscuras. Estas regiones se forman en áreas donde los campos magnéticos son particularmente fuertes, creando un tapón que evita que el calor del sol alcance la superficie, lo que a su vez genera este tipo de eventos tan impactantes.
Fuente: La Jornada