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Durante su discurso ante estudiantes de la Universidad Autónoma de Yucatán, la última parada en su recorrido electoral que ya suma 39 universidades visitadas, Máynez destacó un tema que muchas otras candidaturas evitan: la urgencia de una reforma fiscal en México. Argumentó que este silencio se debe a la falta de autonomía de dichas candidaturas, cuyas campañas son financiadas por los principales beneficiarios de las políticas fiscales vigentes.
El candidato señaló la gravedad de la deuda externa y el problema del financiamiento a Petróleos Mexicanos (Pemex) como focos rojos para las finanzas públicas. Destacó que a pesar de los recursos extraordinarios otorgados por el gobierno, la deuda de Pemex no ha disminuido, sino que ha aumentado significativamente, generando una presión financiera aún mayor debido a la modificación de los plazos de pago.
Máynez insistió en la necesidad de una reforma fiscal progresiva que permita al Estado percibir mayores ingresos, enfatizando que sin ella, es imposible garantizar un Estado de bienestar, un sistema de salud y educación adecuados. Criticó la falta de acción en este sentido, atribuyéndola al perdón de impuestos a grandes corporaciones, incluyendo a las tabacaleras, que según él, influyen en los políticos mediante regalos como boletos para eventos deportivos.
Comprometido con su causa, Máynez prometió impulsar la reforma fiscal progresiva en México, independientemente del resultado de las elecciones presidenciales del próximo 2 de junio.
A pesar de la necesidad reconocida por expertos en finanzas públicas de implementar una reforma fiscal, algunos han señalado que las propuestas de Máynez, como aumentar los impuestos verdes y a productos ultraprocesados, son insuficientes para abordar completamente el problema. Argumentan que se requiere una revisión más integral del sistema tributario para garantizar ingresos sostenibles para programas sociales y pensiones, entre otros aspectos.
Fuente: Expansión Política
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