Argentina
Esta semana, con Argentina en plena cuenta regresiva para las elecciones del próximo 22 de octubre, hasta la mayor revista de la prensa rosa nacional posó sus ojos en la candidata de la izquierda. “¿Quién es Myriam Bregman?”, preguntaba la revista Caras en un perfil publicado el martes, tras el primer debate presidencial del domingo pasado. Diputada nacional, abogada que defendió a las víctimas de la dictadura, militante trotskista, feminista, y una de las caras más visibles del Frente de Izquierda desde hace más de una década, Bregman acaparó el foco tras un debate sin ganadores claros. Cruzó al candidato más popular, el ultra Javier Milei, por sus vínculos empresariales y su relativización de la dictadura militar, golpeó a la conservadora Patricia Bullrich por la represión policial mientras era ministra de Seguridad de Mauricio Macri, y fue la crítica más dura de la gestión del actual ministro de Economía y candidato del peronismo, Sergio Massa. En una elección marcada por las sorpresas, los candidatos volverán a debatir este domingo. Los ejes serán seguridad, trabajo y medio ambiente, y muchas miradas estarán puestas en esa candidata que en las primarias de agosto arañó apenas el 2,65% de los votos, pero que esta semana se ha convertido en tendencia.
El candidato a vencer sigue siendo Javier Milei. El economista libertario arrasó el pasado 13 de agosto con el 30,04% de los votos y las encuestas lo mantienen como favorito, a pesar de que no le alcanzaría para ganar la presidencia en primera vuelta. Cada voto cuenta. Bregman está última en las encuestas, pero la militancia del peronismo progresista, resignada a apoyar a un Massa ungido como candidato de unidad, ha salido estos días a la caza de ese voto que se tienta por abandonar el peronismo por la izquierda. El mismo Massa, que es segundo claro en los sondeos y espera forzar un balotaje el próximo 19 de noviembre, había salido al cruce contra la candidata en el primer debate. “¿De verdad vos creés que es lo mismo que gobernemos nosotros o gobierne Bullrich o Milei?”, le preguntó en los cruces directos. “Yo creo que el problema que tiene el país es otro”, respondió Bregman. “Es el momento de decir basta, de dejar de pensar en votar al menos malo que el otro”.
Massa y Bregman acapararán miradas en el bloque más esperado del debate, el de trabajo. Argentina tiene hoy una tasa de desempleo muy baja, del 6,9%, pero los nuevos puestos de trabajo son en su mayoría precarios. Solo un 30% de los trabajadores privados son asalariados con contrato, mientras que los otros dos tercios se reparten entre el mercado informal y los autónomos. Como ministro de Economía, Massa dedicó los últimos meses a anunciar decenas de medidas de apoyo económico a los trabajadores, incluidos bonos a los informales, exenciones impositivas a los autónomos y hasta un proyecto de ley para reducir la jornada laboral. Probablemente, sea el foco de la mayoría de las críticas.
Tanto Bullrich como Milei han anticipado que de llegar a la Casa Rosada impulsarán una reforma laboral que reduzca los costos y aumente la competitividad. Sin embargo, para llevarla a cabo necesitarán el apoyo de otras fuerzas parlamentarias y de sindicatos y no está claro que lo consigan. Es probable que Bregman aproveche esta temática para arremeter contra la flexibilización de las leyes laborales, que ofrecen una gran protección a los trabajadores en caso de despido.
Fuente: El País