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Argentina
Redacción Sufragio
Si Javier Milei, el candidato presidencial que arrasó en las recientes elecciones primarias de Argentina, logra confirmar su victoria en las elecciones generales del 22 de octubre, se enfrentaría a un desafío político considerable al asumir el cargo. A pesar de su éxito en las urnas, las proyecciones de CNN y expertos en datos de medios argentinos indican que su gobierno se encontraría en una posición complicada en el Congreso.
En la Cámara de Diputados, donde se forja gran parte de la legislación argentina, las cifras muestran una realidad difícil para Milei. Su partido, La Libertad Avanza, obtuvo solo 2 bancas en las elecciones primarias, lo que representa un crecimiento significativo respecto a su punto de partida. No obstante, esta cantidad de legisladores, aunque aumente a 40 según las proyecciones, no alcanzaría ni siquiera el 31% del quórum necesario para llevar adelante sus propuestas. La coalición oficialista Unión por la Patria posee 118 bancas, y la oposición, liderada por Juntos por el Cambio, tiene 117. El panorama sugiere que, incluso con un crecimiento notable, Milei no tendría la mayoría parlamentaria necesaria para implementar su agenda.
En el Senado, la situación no es más favorable. Aunque se prevé que La Libertad Avanza aumente su presencia de cero a 8 senadores, esta cifra todavía está lejos del quórum requerido para activar sesiones (37 senadores). Juntos por el Cambio y los bloques oficialistas suman 31 senadores en total, lo que añade un obstáculo adicional para Milei en la Cámara Alta.
Ante esta realidad, Milei ha mencionado la posibilidad de recurrir a plebiscitos como un medio para superar su potencial minoría en el Congreso. Sin embargo, expertos en derecho han advertido que esta estrategia tiene límites legales y constitucionales, lo que plantea interrogantes sobre su efectividad como "varita mágica" para sortear los desafíos políticos que enfrentaría.
La necesidad de negociación política, diálogo y búsqueda de consensos se vuelven vitales para que las propuestas libertarias de Milei, como la dolarización de la economía y reformas en el sistema de salud y educación, se conviertan en realidad. Su equipo de campaña ha sugerido que buscaría reclutar legisladores de bloques menores y del ala más conservadora de Juntos por el Cambio para fortalecer su apoyo en el Congreso. Sin embargo, esta estrategia también enfrentaría desafíos considerables.
En última instancia, la situación del posible gobierno de Javier Milei como presidente de Argentina refleja la complejidad de la política y la necesidad de navegar habilidosamente en un entorno de múltiples fuerzas y coaliciones. Aunque su éxito en las elecciones primarias demostró un fuerte respaldo popular, traducir ese respaldo en acción legislativa requerirá tácticas políticas astutas y capacidad para forjar alianzas en un escenario parlamentario fragmentado.
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