Mosaico
Redacción Sufragio
En un emocionante giro de eventos, Japón está preparado para hacer un segundo intento en su búsqueda por aterrizar en la Luna, apenas cuatro meses después de un primer fracaso. Los científicos y funcionarios del país han colocado sus esperanzas en una nave espacial única y ligera, apodada "Moon Sniper", que lleva consigo un módulo de aterrizaje de precisión conocido como SLIM.
El aterrizaje de precisión se presenta como una evolución en la exploración lunar. En lugar de simplemente "aterrizar donde podamos", Japón aspira a "aterrizar donde queramos" en cuerpos celestes con gravedad, como la Luna. La importancia de esta precisión radica en la composición y características específicas de la Luna, donde incluso pequeñas variaciones pueden tener grandes implicaciones científicas. La Luna posee una gravedad aproximadamente seis veces menor que la de la Tierra, lo que afecta la forma en que las naves espaciales interactúan con su superficie.
Este enfoque va más allá de la simple geolocalización. Desde los albores de la exploración lunar, se han acumulado vastas cantidades de imágenes de alta definición y otros datos gracias a tecnologías avanzadas como satélites, telescopios y sondas espaciales. Este conocimiento se ha utilizado para mapear la Luna con precisión y determinar ubicaciones de interés científico, como regiones donde se cree que hay agua o zonas con rocas de especial relevancia.
El módulo SLIM es el resultado tangible de esta búsqueda de precisión. Apodado "francotirador" debido a su capacidad para aterrizar con gran exactitud, este pequeño artefacto se esfuerza por acercarse a un aterrizaje a 100 metros de su objetivo científico, en contraste con los varios kilómetros de margen que ofrecen los aterrizajes convencionales. Con un peso seco de 200 kilogramos y dimensiones compactas, el SLIM es parte de una estrategia para habilitar misiones más frecuentes y eficientes a diversos cuerpos celestes.
La tecnología a bordo del SLIM es impresionante. Equipado con un radar y un telémetro láser para medir la altitud, junto con una cámara de navegación, el módulo utiliza una forma de "navegación basada en visión" para calcular y corregir su posición durante el descenso. Una vez en la superficie lunar, una cámara espectral multibanda investigará las composiciones de las rocas, y un vehículo de exploración adicional llamado SORA-Q, con forma de huevo transformable, se desplegará para explorar terrenos más distantes.
La anticipación está en su punto máximo mientras el lanzamiento del SLIM está programado para el 28 de agosto. Si todo sale según lo planeado, la nave se dirigirá a la órbita lunar en los siguientes tres a cuatro meses, marcando un hito crucial en el compromiso japonés con la exploración espacial precisa y sofisticada. Con su desembarco en la superficie lunar proyectado seis meses después del lanzamiento, Japón demuestra su dedicación a impulsar los límites de nuestra comprensión del cosmos.