México
Redacción Sufragio
En el último periodo del Gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, un cambio significativo ha tomado forma en el panorama de la aviación mexicana. Las Fuerzas Armadas, enarbolando la bandera de garantizar la seguridad nacional y fomentar el desarrollo del país, han tomado el timón de más de 15 aeropuertos cruciales a lo largo y ancho de la nación.
Esta administración ha confiado a militares y marinos la gestión de infraestructuras aeroportuarias estratégicas, desde el congestionado Aeropuerto de la Ciudad de México (AICM) hasta la terminal próxima en Tulum, adyacente a la joya turística de Cancún. Con el fin del sexenio a la vista, las Fuerzas Armadas deberán equilibrar su tiempo entre salvaguardar la seguridad y asumir la dirección turística y comercial inherente a estas conexiones aéreas internacionales.
En un giro sin precedentes, el presidente López Obrador expresó en su conferencia de prensa en Palacio Nacional que "nunca en la historia del Ejército habían participado tanto en promover el desarrollo de México" como en la actualidad, involucrándose no solo en aeropuertos, sino también en construcción de trenes y sucursales para el Banco del Bienestar.
La Secretaría de Marina se ha hecho cargo de un paquete de aeropuertos que incluye la joya de la corona, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). El presidente ha alabado repetidamente el trabajo de los marinos en la vigilancia del AICM desde su llegada en febrero de 2022. Además del AICM, los marinos asumirán la gestión de terminales aéreas en Ciudad del Carmen, Ciudad Obregón, Guaymas, Matamoros, Loreto y Toluca.
Por su parte, la Secretaría de la Defensa (Sedena) está al mando del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), además de otros aeródromos en Tulum, Chetumal, Campeche, Puebla y Nuevo Laredo. Para gestionar estas infraestructuras, se creó en 2022 el grupo aeroportuario, ferroviario y de servicios auxiliares Olmeca–Maya–Mexica, una empresa estatal mayoritaria que se agrupa con la Sedena.
Sin embargo, los críticos, como el experto en el sector aeronáutico Fernando Gómez Suárez, advierten que las Fuerzas Armadas podrían tener experiencia en bases aéreas militares, pero administrar aeropuertos comerciales y líneas aéreas es un desafío distinto. La gestión de una decena de aeropuertos y la nueva aerolínea estatal Mexicana se suma a la entrega continua de responsabilidades a las Fuerzas Armadas, desde la construcción del Tren Maya hasta la agencia nacional de aduanas.
El cambio de paradigma incluye la creación de la aerolínea estatal Mexicana, que planea lanzarse en diciembre de 2023 con una flota de 10 aviones y 745 empleos. Esta aerolínea, con la mirada puesta en rutas de alto tráfico de carga y pasajeros desde su base en el AIFA, competirá en el mercado aéreo sin recurrir a subsidios para ofrecer tarifas más asequibles. La flota llevará los colores de la bandera mexicana, y se espera que la nueva Mexicana sea rentable hasta 2025.
No obstante, los expertos como Rogelio Rodríguez y Fernando Gómez Suárez enfatizan la necesidad de contratar especialistas en marketing y turismo para transformar a Mexicana en una oferta atractiva para los consumidores. A pesar de las incertidumbres, este cambio en la gestión y el lanzamiento de la nueva aerolínea reflejan la voluntad del Gobierno de estimular el desarrollo del sector aéreo en México y ofrecer una alternativa competitiva en un mercado donde la demanda sigue en aumento.