EEUU
Redacción Sufragio
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, enfrenta una creciente controversia debido a su inicial respuesta al devastador incendio que asoló la idílica isla hawaiana de Maui. Con una situación que ha dejado a su paso un saldo trágico de al menos 106 personas fallecidas y centenares de desaparecidos, Biden ha anunciado su inminente visita al archipiélago con el objetivo de supervisar personalmente las labores de recuperación tras lo que se ha convertido en el incendio más mortífero en la historia del país en más de cien años.
Acompañado por su esposa, Jill, el presidente tiene previsto reunirse con los equipos de ayuda, los sobrevivientes y los funcionarios locales y federales, buscando brindar un apoyo directo a la comunidad afectada, tal como ha detallado la Casa Blanca.
El gesto presidencial llega después de una polémica generada por un comentario del mandatario en una plataforma similar a la antigua Twitter, donde Biden declaró que sigue comprometido con proporcionar todo lo necesario para la recuperación del pueblo de Hawái.
Esta declaración se produce luego de que, durante un paseo en bicicleta, Biden respondiera con un escueto "no hay comentarios" a una pregunta de la prensa sobre la tragedia, lo que suscitó críticas y malestar en la isla.
A pesar de la aparente falta de respuesta inicial, la Casa Blanca insiste en que el presidente ha estado al tanto de los acontecimientos desde el principio y ha instruido la movilización de todos los recursos federales necesarios para la ayuda a la isla.
Sin embargo, el impacto de su primer comentario ha dejado una marca en la comunidad de Maui, donde miles de residentes de la histórica ciudad de Lahaina han perdido sus hogares y pertenencias debido al voraz fuego.
La ciudad, con su rico legado histórico y su importancia para la identidad hawaiana, ha sido reducida a cenizas, y la distribución de alimentos es crucial para la supervivencia de los afectados. Aunque los esfuerzos para restablecer el acceso a la ciudad han sido desafiantes, se espera que la apertura de la carretera de circunvalación permita una mejor conexión para los residentes de la zona.
El incendio, que se originó en una ladera de las montañas cercanas a Lahaina, se propagó rápidamente impulsado por condiciones secas y vientos intensos. En cuestión de horas, el fuego consumió gran parte del casco antiguo y transformó a la próspera ciudad en una escena de devastación.
Las estimaciones de la Agencia Federal de Gestión de Desastres (FEMA) indican que los daños causados por el fuego alcanzan los 5.500 millones de dólares y han destruido más de 2.200 edificios.
Los equipos de búsqueda, apoyados por perros especialmente entrenados, han estado trabajando incansablemente para localizar a las víctimas en medio de la devastación. La administradora de FEMA, Deanna Criswell, ha informado que se espera que la proporción de área examinada alcance entre un 80% y un 90% para el fin de semana.
El aspecto cultural y la empatía son fundamentales en esta delicada tarea de búsqueda y rescate, ya que los perros entrenados deben navegar por áreas de alto riesgo y las sensibilidades culturales son respetadas. Además, más de 700 empleados federales colaboran con las autoridades locales en estos esfuerzos.
A pesar de las críticas iniciales, el gobierno federal ha aportado millones de dólares en ayuda a las familias afectadas y ha aprobado numerosas solicitudes de asistencia. Sin embargo, en medio de la tragedia, surge el temor de que los intereses inmobiliarios y los turistas adinerados puedan aprovechar la crisis para adquirir tierras a bajo precio en una de las zonas más codiciadas de Maui, lo que podría cambiar la dinámica de la isla.
El viaje del presidente Biden a Hawái en los próximos días busca brindar un respaldo significativo en un momento crucial de la respuesta y recuperación de la isla. Las autoridades estatales consideran que los esfuerzos de búsqueda y rescate estarán en un punto adecuado para recibir la visita presidencial, en un intento por solidificar el compromiso de apoyo y la cooperación federal en la reconstrucción de una comunidad golpeada por la tragedia.