Internacional
La disputa comercial entre
Estados Unidos y México por el maíz se enciende. El Gobierno de Joe Biden dijo
el lunes que tomará medidas para impugnar la prohibición del
Gobierno mexicano de introducir maíz genéticamente modificado de EE. UU. a
México.
El centro del conflicto reside en
que México quiere frenar paulatinamente el uso de maíz transgénico, así como del
herbicida glifosato hasta 2024. Pero EE. UU. considera que las limitaciones a
la exportación introducidas por decreto por México -que solo están referidas al
consumo humano de maíz transgénico- no están basadas en conocimientos
científicos. Y se trata de un negocio multimillonario en el que participan
grupos empresarios transnacionales.
En 2022, México importó maíz
estadounidense por un valor de casi 6.000 millones de dólares. Se trata,
después de China, del segundo mayor mercado para el maíz de EE. UU., un país
donde se cultiva en su mayoría maíz genéticamente modificado.
"Las políticas de México
amenazan con interrumpir un comercio agrícola de miles de millones de dólares y
cortarán de raíz las innovaciones necesarias para abordar la crisis climática y
los desafíos de seguridad alimentaria", dijo la representante comercial de
Estados Unidos, Katherine Tai, en un comunicado.
Las consultas técnicas ya pedidas
por Estados Unidos a México son el primer paso de un proceso que podría llevar
a que el vecino del norte presente una demanda formal contra México. Las partes
deben reunirse en el marco de 30 días para discutir el asunto. Si no se llega a
un acuerdo, EE. UU. puede buscar una resolución por separado bajo el Tratado de
Libre Comercio de América del Norte, que incluye a México y Canadá. Si eso
fracasara también, EE. UU. podría aplicar multas aduaneras a productos
mexicanos. Ya hubo consultas gubernamentales en EE. UU. sobre el tema hace
cinco meses.
La Asociación Nacional de
Productores de Maíz estadounidense describió la inminente prohibición de
importación de maíz transgénico como "catastrófica" y aseguró que el
maíz transgénico es seguro para el consumo humano. El presidente de México,
Andrés Manuel López Obrador, justificó la prohibición para consumo humano alegando
riesgos para la salud. No hay "ningún interés individual, grupal o
económico", dijo.
Fuente: DW