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Con coincidencias en al menos 209 páginas de 456, acusan que la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Yasmín Esquivel Mossa, presuntamente también cometió plagio en su tesis de doctorado Los derechos fundamentales en el sistema jurídico mexicano y su defensa, grado que obtuvo en la Universidad Anáhuac.
De acuerdo con una investigación realizada por el diario El País, la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, hallaron fragmentos de textos publicados por otros 12 autores, entre los que hay un ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), un ex ministro español de Cultura y un ex presidente del Tribunal Supremo de España, así como juristas mexicanos, italianos, españoles y alemanes.
Dos académicos mexicanos, que revisaron las pruebas a ciegas, sin saber que se correspondían con un trabajo de la ministra, también han considerado que se trata de un plagio. Otra tesis anterior de Esquivel, la de licenciatura del año 1987, está siendo analizada por la UNAM, que en un primer dictamen acreditó que se trataba de una “copia sustancial” del trabajo de titulación de otro estudiante presentado un año antes.
"En el caso de mi capítulo, lo he reconocido inmediatamente, es una reproducción textual, literal, de páginas y páginas. Ella no pone comillas, por lo tanto es un plagio de libro, lo que ha hecho es un corta y pega. Es evidente que lo que ha hecho es copiar directamente. Lo he visto enseguida. No es una cuestión sutil. Lo ha hecho de una manera muy burda”, dijo en entrevista José Manuel Rodríguez Uribes, ministro de Cultura y Deporte del Gobierno de España de 2020 a 2021 y hoy embajador ante la Unesco.
Por su parte, el reconocido jurista Miguel Carbonell también señaló plagio de su libro Los derechos fundamentales en México por adjudicarse un texto que no elucubró.
“Es plagio. Si entendemos por plagio el publicar con tu nombre un texto que tú no redactaste de manera original, es plagio. No hay otra manera de definirlo. Y ahí hay un aprovechamiento tanto del texto principal, que involucró un esfuerzo que yo hice al redactarlo, como de las fuentes que yo revisé para que nutrieran mi propio texto. Me parece un doble plagio, por el aprovechamiento de fuentes que no se revisaron de manera personal y que corresponden a un esfuerzo ajeno, un esfuerzo que me implicó tiempo, revisar acervos bibliográficos de otros países, dinero para sacar copias de los artículos, y que alguien llegue y se aproveche de esto, me parece que no hay otra manera de calificarlo”, ha afirmado.
Fuente: Milenio